«La forma más elevada del Estado, la república democrática, que en nuestras condiciones sociales modernas se va haciendo una necesidad cada vez más ineludible, y que es la única forma de Estado bajo la cual puede darse la batalla última y definitiva entre el proletariado y la burguesía, no reconoce oficialmente diferencias de fortuna. En ella la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero por ello mismo de un modo más seguro. De una parte, bajo la forma de corrupción directa de los funcionarios, de lo cual es América un modelo clásico, y, de otra parte, bajo la forma de alianza entre el gobierno y la Bolsa. Esta alianza se realiza con tanta mayor facilidad, cuanto más crecen las deudas del Estado y más van concentrando en sus manos las sociedades por acciones, no sólo el transporte, sino también la producción misma, haciendo de la Bolsa su centro. Fuera de América, la nueva república francesa es un patente ejemplo de ello, y la buena vieja Suiza también ha hecho su aportación en este terreno. Pero que la república democrática no es imprescindible para esa unión fraternal entre la Bolsa y el gobierno, lo prueba, además de Inglaterra, el nuevo imperio alemán, donde no puede decirse a quién ha elevado más arriba el sufragio universal, si a Bismarck o a Bleichrder. Y, por último, la clase poseedora impera de un modo directo por medio del sufragio universal. Mientras la clase oprimida – en nuestro caso el proletariado– no está madura para libertarse ella misma, su mayoría reconoce el orden social de hoy como el único posible, y políticamente forma la cola de la clase capitalista, su extrema izquierda. Pero a medida que va madurando para emanciparse ella misma, se constituye como un partido independiente, elige sus propios representantes y no los de los capitalistas. El sufragio universal es, de esta suerte, el índice de la madurez de la clase obrera. No puede llegar ni llegará nunca a más en el Estado actual, pero esto es bastante. El día en que el termómetro del sufragio universal marque para los trabajadores el punto de ebullición, ellos sabrán, lo mismo que los capitalistas, qué deben hacer». (Friedrich Engels; El origen de la familia, de la propiedad privada y el Estado, 1884)
Últimos artículos
Engels y Kovaliov: ¿cuáles fueron las causas de la caída del Imperio romano de...
La siguiente publicación corresponde a una serie de textos que explican tanto la caída del Imperio romano de Occidente como también el tránsito del sistema de producción esclavista al feudal. El orden de publicación será en orden cronológico: a) el primer texto corresponde a Friedrich Engels y su obra «El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado» (1884); b) el segundo corresponde a Serguéi Kovaliov y un extracto de su obra «Historia de Roma» (1948); c) y el tercero corresponde de nuevo a Kovaliov y su artículo «El vuelco social del siglo III al V en el Imperio romano de Occidente» (1954), donde aclara y amplía algunas cuestiones de su anterior investigación.
¿Quiénes eran los brasileños que murieron en Ucrania?
Octubre -
Al menos cuatro brasileños, de diferentes perfiles y movidos por intereses diversos, han muerto en los combates en Ucrania durante la operación militar especial de Rusia en ese país.
China advierte: EEUU, está cruzando las líneas rojas en Taiwán
Octubre -
Embajador de China en Estados Unidos : “La cuestión de Taiwán es la cuestión más importante y delicada en las relaciones entre China y Estados Unidos. La llamada ‘independencia de Taiwán’ es un callejón sin salida, y el principio de una sola China es una línea roja que no debe cruzarse”
La organización de vanguardia de la juventud se actualiza
Octubre -
Tras la clausura de su 12mo. Congreso, la Unión de Jóvenes Comunistas trabaja en la actualización de la Estrategia para fortalecer su papel integral, de los movimientos juveniles y las organizaciones estudiantiles en el presente y futuro de la Patria
La fiesta obrera se multiplica
Octubre -
La fiesta del proletariado mundial la celebraremos conscientes de que los desafíos son inmensos, pero a la vez convencidos y dispuestos a enfrentarlos con la misma firmeza de siempre, y con la invariable determinación de continuar avanzando en nuestros sueños de equidad y justicia social, seguros de que la victoria será nuestra