
Una nueva encuesta ha vuelto a dejar claro nuevo que una gran parte de los rumanos siguen arrepentidos de haber consentido la instauración, tras el golpe de estado de diciembre de 1989, del régimen capitalista que acabó con el socialismo.
Los patronos de los grandes medios de propaganda del capital se desesperan año tras año al no poder hacer cambiar de opinión a los trabajadores rumanos sobre las ventajas del socialismo frente a la tiranía capitalista (que sufren en carne propia hoy, y que ha provocado el exodo de más de tres millones de rumanos a otros paises del mundo) o de oscurecer por la manipulación y la mentira los logros económicos y sociales de los gobiernos del líder del Partido Comunista Rumano, Nicolae Ceausescu. Estos, aunque se abandonara la lucha política para ahondar el socialismo (algo que acabaría facilitando la restauración del capitalismo), cambiaron totalmente la sociedad rumana y dejaron una huella imborrable en la mente de los trabajadores, que año tras año tienen más dolorosamente claro lo que se dejaron arrebatar.
El estudio ha sido realizado esta vez por la empresa CT&Research, a pedido de la Fundación Universitaria del Mar Negro (FUMN), con motivo de la celebración del centenario del país, y fue publicado hace unas semanas.
Según la investigación, a la pregunta “¿Quién cree que ha sido la figura más importante y positiva de la historia contemporánea de Rumania?”, el 30% de los rumanos señalaron a Nicolae Ceausescu como su elegido, seguido a distancia por el rey Fernando I (con un 20%), durante cuyo reinado se produjo la anexión-unión de Transilvania y de República Moldova a Rumania que dio lugar a lo que se conoció como Gran Rumania hace ahora 100 años .
En cuanto a los políticos del régimen capitalista posterior a 1989, sus resultados son pírricos, a tono con el desastre social y económico que han provocado sus gobiernos y parlamentos (gestores de los intereses de la minoria) en los últimos 30 años: Traian Băsescu – 1,1%; Klaus Iohannis – 1,0%; Emil Constantinescu – 0,4% (tres de los últimos presidentes del país).
Todo ello es acorde a lo que cualquier taxista puede decirle a un turista en su visita a cualquier ciudad de Rumania, especialmente Bucarest: todo lo que se puede ver en la Rumania actual fue obra del socialismo rumano (que hoy se tiende a personalizar en la figura de Nicolae Ceausescu). Al contrario, los políticos y empresarios capitalistas no han hecho más que destruir, haciendo de nuevo obvio el dilema que tienen los trabajadores y, en definitiva, la especie humana en vistas a su desarrollo y que se resume en la famosa frase de Roxa Luxemburgo “Socialismo o Barbarie” (y esto incluso teniendo en cuenta que el Socialismo ya durante muchos años antes de 1989 llevaba dentro de sí el germen del capitalismo que acabo facilitando su derrumbe).