Cerca de 2000 personas pertenecientes a la séptima caravana migrante, arribaron la madrugada de este viernes a la frontera sur de México.
La inseguridad y la falta de empleo, los motivaron a intentar llegar a los Estados Unidos en busca del llamado sueño americano.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador implementó una estrategia para ayudarlos colocándoles una pulsera para identificarlos y darles en 5 días una tarjeta de entrada por razones humanitarias y poder transitar en México.
Esta medida de las autoridades fue rechazada por la mayoría de los migrantes, quienes han decidido seguir su camino rumbo a los Estados Unidos.
El Gobierno Federal de López Obrador no les negó la entrada y además puso programas para ayuda laboral sin embargo los migrantes rechazaron este beneficio y decidieron continuar su camino para llegar a buscar el tan llamado sueño americano.
Lizeth Coello, Chiapas.