Nicolás Maduro ha lamentado la imposición de una batalla mundial por Venezuela, mientras varias grandes potencias, como Rusia y China, se oponen a Washington.
“Es toda una batalla de carácter mundial. ¿Quién convirtió la batalla por Venezuela en una batalla mundial? Los intereses de la élite extremista que gobierna Estados Unidos”, ha dicho este miércoles el presidente de Venezuela en una entrevista concedida a la cadena de noticias Euronews desde el Palacio de Miraflores, en Caracas (la capital venezolana).
Pese a las hostilidades de Washington y sus aliados, conforme a Maduro, el país bolivariano, hoy en día, cuenta con muchos amigos en el mundo, grandes potencias como Rusia y China, así como en el continente africano y también “más de 14 países” en América Latina.
En este contexto, Moscú y Pekín, además de algunos otros países, como Turquía, Irán, Siria, México, Bolivia y Cuba, han rechazado la decisión golpista de EE.UU. y varios de sus aliados regionales de reconocer la autoproclamación de Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) —de mayoría opositora y declarada en desacato en 2016— como presidente interino del país.
Asimismo, Maduro ha asegurado que Venezuela está en el interés geopolítico desde siempre, ya que tiene en su haber la principal reserva certificada de petróleo del mundo, la principal reserva de oro del mundo, la cuarta reserva de gas, reservas de minerales estratégicos, como el coltán, y así un largo etcétera.
Mientras el país norteamericano ha impuesto bloqueos financieros al sector petrolero de Venezuela, Caracas asevera que el golpe de Estado registrado por Washington en el país caribeño se debe a la industria petrolera, el 50 % de la cual, de acuerdo con el Gobierno venezolano, le ha sido ofrecido por la oposición a EE.UU.
Respecto a la oposición venezolana, Maduro ha resaltado, no obstante, que su Gobierno sigue en contacto permanente con sus dirigentes, tal y como lo ha reiterado en repetidas ocasiones, con el propósito de “lograr la paz”.
Por otro lado, ha señalado que la oposición ha cometido, junto al presidente estadounidense, Donald Trump, un error de cálculo, que ha consistido en usar el concepto de ayuda humanitaria como una “cuestión política ideológica, como una forma de humillar a un país”.
“Casi nos impiden importar medicinas alimentos, insumos (…) y después de que nos congelan 10 000 millones o más de dólares, vienen a decirnos que nos van a dar 20 millones de dólares en una comida contaminada, una comida podrida. Es contaminación”, ha reiterado Maduro.