El Ejército sirio sigue con sus esfuerzos para limpiar las zonas recién liberadas de las armas y municiones que dejaron los grupos terroristas tras su derrota.
Después de la liberación de la provincia del Campo de Damasco (sur), las unidades de ingeniería del Ejército sirio siguen trabajando para descubrir y decomisar armas y municiones de los grupos terroristas, con el apoyo de los habitantes de las zonas en las que se desplegaban estos.
Las autoridades están realizando grandes esfuerzos de búsqueda e investigación que han propiciado el decomiso de miles de proyectiles de ametralladoras de tamaño mediano, rifles, balas de artillería y cientos de cohetes Grad, además de muchos misiles antitanques también de fabricación estadounidense y cohetes israelíes, entre otros equipos militares usados para difundir el terrorismo y la muerte.
Durante los últimos meses, las autoridades sirias decomisaron en diferentes zonas, como Daraa (suroeste ), Al-Quneitra (suroeste), Campo de Damasco, Alepo (norte), Homs (oeste) y Deir Ezzor (este), enormes cantidades de armas, municiones e instalaciones militares que bastan para equipar varios ejércitos, como parte de la guerra contra este país del eje de Resistencia.
El apoyo que habían recibido los grupos terroristas en distintas partes de Siria no se limitaba al ámbito militar, sino que se extendía a la logística, la medicina y la seguridad como parte de un plan destinado a destruir el país.
Bashar Barazi, Damasco.