El presidente de EE.UU., Donald Trump, decidió mantener a unos 400 militares en Siria tras la retirada de sus tropas del país árabe, indican nuevos informes.
Según informó el viernes la cadena local de noticias CNN, citando a una fuente cercana a la Administración estadounidense, Trump acordó el jueves mantener un total de 400 militares estadounidenses en Siria, de los cuales 200 permanecerán en su base siria de Al-Tanf, y otros 200 en las regiones el noreste del país árabe.
El mismo presidente norteamericano negó el viernes que estaba “cambiando de rumbo” en Siria a pesar de haber decidido dejar un pequeño contingente de las fuerzas estadounidenses en unas partes de Siria.
“Al mismo tiempo, podemos dejar una pequeña fuerza, junto con otras, ya sean las tropas de la OTAN (acrónimo inglés de la Organización del Tratado del Atlántico Norte) o quien sea, para que no se vuelva a encender”, dijo Trump a los reporteros en la Casa Blanca.
La nueva información se produce un día después de que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, anunciara el jueves que EE.UU. mantendrá en Siria, de manera temporal, a 200 militares para supuestas misiones de paz tras su retirada del país árabe.
Rusia duda que EEUU ponga en práctica sus medidas sobre Siria
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajarova, no obstante, cuestionó ayer viernes la veracidad de las declaraciones anunciadas desde la Casa Blanca sobre la intención de EE.UU. de salirse de Siria.
“No hay que creer en esas declaraciones, no importa quién las pronuncia, porque al día siguiente otras fuerzas políticas las desmentirán”, comentó Zajarova en una rueda de prensa en Moscú (la capital rusa).
En opinión de la diplomática rusa, las autoridades estadounidenses no están seguras de su estrategia en el Oriente Medio. “En EE.UU., una rama del poder declara una cosa, pero luego otras ramas la desmienten”, sostuvo.
Fue el pasado mes de diciembre, cuando Trump, sorprendió a sus aliados occidentales al anunciar la retirada de los 2000 efectivos en Siria, alegando que la misión de derrotar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) estaba cumplida.
La decisión del mandatario estadounidense, criticada por muchos aliados e incluso algunas de las autoridades en EE.UU., fue la gota que colmó el vaso y provocó la renuncia del secretario estadounidense de Defensa, James Mattis.
El Gobierno sirio denunció desde un principio la presencia militar de Washington y de sus aliados en su suelo, y considera que la salida de EE.UU. implica una gran derrota de sus políticas en el Oriente Medio.