El fiscal general de Israel anuncia que inculpará al primer ministro del régimen de soborno, fraude y abuso de confianza de cara a las elecciones del 9 de abril.
El fiscal Avichai Mandelblit ha confirmado este jueves que tiene la intención de acusar a Benjamín Netanyahu en tres investigaciones de corrupción separadas. El líder del derechista Likud cuenta ahora con el derecho de mantener una audiencia previa para defenderse antes de que se presenten los cargos formalmente.
El anuncio del juez, hecho público hace 40 días antes de las próximas elecciones legislativas, podría cambiar los resultados de la consulta, lo que amenaza el largo reinado de “Bibi” —en el cargo desde hace 13 años—.
El premier conservador de Israel, es sospechoso en el caso 1000 de aceptar lujosos regalos del productor de cine, traficante de armas y espía Arnon Milchan a cambio de favores.
En el caso 2000 se investiga un supuesto pacto con el editor del diario Yedioth Aharonoth, Arnon Mozes, por el que el primer ministro habría tratado de conseguir cobertura favorable a cambio de debilitar al rival del diario de Mozes, el Israel Hayom.
El expediente 3000 trata de la polémica compra de unos submarinos a Alemania, aunque en este asunto existen pocas probabilidades de una implicación directa de Netanyahu.
Tanto Netanyahu, como su partido rechazan los cargos. Likud denuncia una “persecución política”. El propio primer ministro ha acusado al partido rival, al opositor Partido Laborista, de promover una “caza de brujas”.
Igual que muchas otras ocasiones, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha apoyado hoy a su amigo y aliado cercano Netanyahu, perseguido por múltiples escándalos de corrupción.
“Lo que puedo decir es que ha hecho un excelente trabajo como primer ministro”, ha señalado Trump, en un intento de recuperar la reputación gravemente afectada de Netanyahu.
Pero no todo fue mensaje de apoyo al premier. El presidente del Partido Laborista, Avi Gabbay ha pedido la renuncia de Netanyahu por avergonzar a Israel.
“Netanyahu, renuncia, pon fin a la vergüenza nacional, y no libres la batalla desde la residencia del primer ministro”, apuntó Gabbay, al denunciar que el premier israelí está avergonzando a Israel y destruyendo todo para salvarse.
