La aviación de guerra del régimen de Tel Aviv ha bombardeado este domingo las zonas norteñas de la asediada Franja de Gaza.
El punto bombardeado por los aparatos israelíes ha sido un supuesto centro de la Resistencia palestina ubicado en el barrio de Al-Nuayma, situado en el este de la ciudad de Bait Hanun, en el extremo septentrional del asediado enclave costero palestino, reportan los medios.
La agencia libanesa de Al-Mayadeen señala que hasta el momento no se han difundido datos sobre posibles víctimas de los ataques aéreos israelíes.
Las fuerzas de guerra israelíes habían bombardeado ya zonas residenciales del centro y el sur de la Franja en la noche anterior, así como un puesto de observación del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS, por su acrónimo en árabe) de Al-Matbaq, en el este de la ciudad meridional de Rafah.
Según medios de prensa israelíes, los ataques aéreos a Gaza son una respuesta al envío hacia los territorios palestinos ocupados de decenas de cometas y globos incendiarios, pretexto esgrimido desde hace meses por Israel para lanzar bombardeos con la aviación de guerra contra la Franja.
Poco antes del bombardeo del sábado, activistas palestinos habían organizado una manifestación en el norte del enclave, donde quemaron neumáticos y lanzaron bombas sónicas contra los puestos de las fuerzas de ocupación.
El portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Qidra, informó de cuatro heridos en la represión militar por Israel de la protesta, enmarcada en la Gran Marcha del Retorno iniciada el 30 de marzo del año pasado para reivindicar el derecho al retorno a sus hogares de los refugiados palestinos expulsados durante la creación de Israel.
El jueves, la Comisión de Investigación Independiente de la Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) advirtió de que la represión militar israelí de las manifestaciones palestinas —que ha matado a cerca de 300 palestinos y herido a más de 35 000— puede ser constitutiva de crímenes de guerra.