Las Fuerzas Armadas de Rusia han desplegado nuevamente aviones de combate Sujoi su-25 a Siria después de un año de intervalo.
El operador israelí de satélites comerciales ImageSat International (ISI) publicó el viernes nueva foto que muestra los cazas su-25 rusos en la base aérea de Hmeimim, en la provincia de Latakia, en el oeste de Siria.
La base de Hmeimim, junto con una instalación naval en Tartus (oeste de Siria), es una de las dos principales instalaciones militares rusas en Siria. Los rusos habían estacionado sistemas avanzados de misiles antiaéreos y aviones de combate en la base.
Según ImageSat International, el fortalecimiento de las fuerzas de apoyo aéreo ruso puede ser una señal del aumento del poder de Rusia y el Ejército sirio en el norte del país árabe ante los planes de Turquía de crear una “zona de seguridad” en esta parte.
“El movimiento ruso sobre el terreno le indica a Turquía que Rusia es “seria” en su deseo de dejar todo el territorio de Siria bajo la soberanía siria, incluso a costa de una confrontación militar con el Ejército turco”, dijo ISI en un comunicado.
Eso se produce días después de que la Fuerza Aérea rusa lanzara un fuerte ataque contra las posiciones del grupo terrorista takfirí Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham) en la provincia de Idlib (noroeste de Siria).
Entre tanto, el Ejército sirio ha iniciado los preparativos para llevar a cabo una operación antiterrorista a gran escala en Idlib para acabar con la gran concentración de grupos armados.
#ISI #intelligence report: https://t.co/e1R7MhgJEB – #Russia returned the SU-25 jets to #Syria, and signals to #Turkey that #Putin is "serious" in his intention to leave the entire territory of Syria under #Assad, even at the cost of a confrontation with the Turkish #Military. pic.twitter.com/T0i5YLxxWU
— ImageSat Intl. (@ImageSatIntl) March 15, 2019
En julio pasado, Moscú anunció que retiraba seis cazas Sujoi Su-25 de Siria después de que las aeronaves cumplieran su misión antiterrorista en el país árabe. Todo el material bélico que Moscú ha llevado a Siria lo usa en la campaña antiterrorista en la que participa Rusia desde septiembre de 2015, a petición del Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad.