En un mundo de banalización absoluta, donde aparentemente tenemos información pero en la práctica consumimos ignorancia, aquí viene el moribundo Occidente para establecer qué tenemos que decir, cómo tenemos que comportarnos, cómo pensar, qué comer, cómo vestir e, incluso, cómo hay que manifestarse si es que hay que hacerlo. Lo ha hecho siempre, pero ahora vuelve a hacerlo de una forma más «democrática».
Hay por ahí una jovencita nórdica peleando contra el cambio climático y eso se ha convertido en un fenómeno que habría que analizar. Porque hay por ahí otros jovencitos que terminan dando golpes de Estado, como en Venezuela, y otros jovencitos están recibiendo dinero a espuertas para fomentar las democracias donde hay dictaduras y esas cosas. Los casos de Cuba y de Venezuela son conocidos, pero no tanto, o no recordamos, lo que ocurrió en la ex Yugoslavia. ¿Recordáis CANVAS?
Sus manuales son todo un método actualizado de conducta y de comportamiento como en los años 80 lo fueron los manuales de la CIA contra la experiencia sandinista, por ejemplo. Métodos de conducta de cómo trabajar, con quién, qué lenguaje utilizar para socavar sistemas políticos enfrentados a Occidente. Esto se está poniendo ahora mismo de nuevo en práctica tanto en Venezuela como en Cuba. Pero lo abordaré otro día.
Ahora sólo hacer mención a algo que me he perdido y que, seguro, será sabroso a medida que se pueda ir escarbando un poco. Resulta que la moribunda UE acaba de hacer una semana «de alfabetización mediática» (12-19 de marzo). Como suena. Una semana dirigida a la juventud porque la UE constata que hay un despego hacia los «valores que representa la UE». Tal vez por desinterés, tal vez por ignorancia, tal vez porque la UE es un barco -como Occidente- que se hunde y hay que recurrir a la fuerza joven para que reme procurando salvarlo.
Si habéis pinchado habréis visto la preocupación por las elecciones como motivo de esa semana «de alfabetización mediática» (¿a qué os recuerda?), pero si seguís pinchado en la etiqueta veréis que es algo que se ha venido realizando en todos los países: Grecia, Croacia, Austria, Bélgica, Alemania, Eslovenia, España… Todos ellos, con excepciones, claro está, dirigidos a la juventud. El más claro, y como muestra vale un botón, es este.
Se puede pensar que no está mal. Pero como ocurre siempre, hay que ver lo que hay detrás. Y lo que hay detrás es la paranoia anti-rusa que se remonta a 2015 cuando la UE decidió «desafiar las campañas de desinformación de Rusia» (sic). Entonces se decidió crear la Fuerza de Tarea East StratCom que depende directamente del Servicio Europeo de Acción Exterior y que, como la propia Fuerza de Tarea dice, «se concentra en comunicar de manera efectiva las políticas de la UE hacia su vecindario oriental (…) mejorando la capacidad de la UE para pronosticar, abordar y crear conciencia de las actividades de desinformación pro-Kremlin». Esta Fuerza de Tarea se constituyó finalmente en mayo del año pasado y está muy vinculada con una operación de intoxicación a gran escala de la que ya os hablé en su primera parte.
Al hacer la referencia de las elecciones (que son europeas ahora, en poco tiempo) y en este año y el que viene en varios países europeos, la historia está bien clara: qué código de conducta es el que hay que inculcar en quienes más colgados están de las «redes sociales». Como dice la UE, «han estado en línea toda su vida y tienen una perspectiva única sobre muchos temas, pero aún necesitan orientación para hacer las preguntas correctas y encontrar las respuestas» (sic).
Dado que soy muy mal pensado, esto sólo es producto del fracaso que ha supuesto esa Fuerza de Tarea y hay que dar un paso más intentando involucrar a la juventud en esta paranoia. Hoy es anti-rusa, pero mañana será anti-china porque Rusia y China son los dos países que están poniendo en cuestión la hegemonía occidental.
Por cierto, a finales de esta semana la UE discutirá cómo tiene que ser la relación con China, a quien se califica de forma abierta de «rival sistémico que promueve modelos alternativos de gobierno». En unos momentos en los que China es el líder en inteligencia artificial, en que Huawei supera a todas las marcas occidentales (estadounidenses, europeas, japonesas y surcoreanas) y cuestiones similares -es decir, es algo que puede visualizar la juventud de forma más fácil- este tipo de iniciativas de la UE no hay que dejarlas pasar porque suponen una pauta de comportamiento, marcan un código de conducta que quiere imponer a la población más joven de cara al futuro. Es decir, quiere imponer lo que siempre ha querido imponer la burguesía: qué pensar, cómo comportarse, qué decir.
El problema de la comunicación conecta directamente con la ideología. Nos han convertido en objetos-mercancías que creemos que dominamos los códigos cuando lo que hacemos no es otra cosa que contribuir a la construcción de un sistema encaminado a falsear y ocultar lo real. Supongo que no hace falta irse a Venezuela y el apoyo de la UE a su títere para corroborarlo. Y supongo que no hace falta ser muy mal pensado, como yo, para considerar qué es lo que hay detrás de esta semana de «alfabetización mediática» de la UE.
El Lince
Suelen decir. …… no pienses, no tienes que pensar, para eso estamos nosotros para pensar por ti…. no es porque el capitalismo ete en estado de descomposición, aúnque esté en los mejores momentos del auge seguiría igual, este necesita anarcotizar a la sociedad, sobre todo a la juventud, tienen miedo, mucho miedo, se acuerdan del mayo del 68 parisíno con aquel grito de, la inteligencia al poder, en el fondo tienen miedo, mucho miedo a ese fantasma, el fantasma del comunismo, el fantasma que recorre Europa y el mundo, tienen miedo, mucho miedo a que la juventud despierte y que el romanticismo de la revolución sea una realidad, entonces es cuando se rompen las cadenas y es aquí el problema, el problema de la burguesía, se les acabó la vida.