Daniel Alejandro Arriola.— La Nicaragua sandinista se levanta con fuerza para lograr la estabilidad del país y seguir construyendo un futuro de paz para todos los nicaragüenses. El esfuerzo ha sido notable y la serenidad y grandeza mostradas por los dirigentes del sandinismo revelan su compromiso con los ideales de la patria del «General de hombres libres».
Junto a los diálogos de conciliación y paz, la obra social, la construcción del desarrollo económico del país no se detiene, recientemente el presidente Daniel Ortega ha inaugurado varias obras, entre las que se destaca el paso a desnivel Nejapa.
El Comandante Ortega resaltó que el pueblo de Nicaragua se ha ganado el derecho a la paz, al presidir el jueves pasado la apertura del paso a desnivel junto a la vicepresidenta Rosario Murillo.
Durante la inauguración de la nueva obra impulsada por el Gobierno Sandinista, afirmó que el pueblo de Nicaragua está luchando contra aquellos que quieren sembrar el odio y llevar la división y la guerra a la patria de todos. «Este pueblo se ha ganado el derecho a la paz después de tantos sacrificios y tanta sangre derramada a lo largo de la historia de nuestro país», añadió.
En su intervención del jueves, Daniel afirmó que el pueblo ha caminado largas jornadas en medio de conflictos, uniendo voluntades en medio de las diferencias, «pues aunque no todos pensemos igual, sí tenemos el deber de encontrarnos alrededor de un objetivo que es la paz».
Asimismo, aseguró su convicción de que el Gobierno Sandinista seguirá trabajando para fomentar obras que beneficien al pueblo, como este paso a desnivel que se suma al inaugurado hace pocos meses en el sector de Las Piedrecitas.
«Vamos a seguir trabajando no solamente para que los pacientes lleguen a un buen hospital, sino para que reciban la atención de las clínicas móviles. Y también para garantizar la educación y el trabajo, que son derechos humanos al igual que lo es la paz», remarcó el Presidente.
El Gobierno Sandinista calificó de inconcebible, contradictoria e insólita la actitud de algunos participantes en la Mesa de Negociaciones.
En un nuevo comunicado la delegación que representa al Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional ante la Mesa de Negociación para el Entendimiento y la Paz, criticó la provocación y la alteración del orden público que el sábado 16 de marzo algunos participantes mantuvieron.
La delegación gubernamental llamó a la seriedad y responsabilidad de su contraparte, así como les solicitó que muestren un compromiso sincero de conversar y consensuar acuerdos positivos para Nicaragua.
La mesa aprobó la Agenda de la Negociación, donde se hace una invitación formal a varios organismos internacionales y regionales. Por ejemplo, se acordó hacer una invitación formal al Comité Internacional de la Cruz Roja (cicr) para que acompañe a la mesa en el proceso de liberación de todas las personas presas o detenidas.
La triada del mal
El Gobierno de Donald Trump ha dejado claro que quiere que Ortega salga del poder, lo que ha requerido de una respuesta ecuánime y firme del Gobierno de Nicaragua. El peligro es real, la inclusión del país centroamericano en la llamada «triada del mal», junto a Cuba y Venezuela por el Gobierno estadounidense, es un anuncio del imperio a viva voz, sin rubor, es la crónica de una agresión anunciada.
El pasado 27 de febrero, el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia indicó que el hecho de que Washington «esté declarando públicamente que Maduro tiene los días contados dice directamente que Cuba y Nicaragua serán los próximos en la lista».
Es decir, la Doctrina Monroe palidece ante la doctrina que ahora están creando los halcones junto a Trump, en esencia, significa que los estadounidenses están asumiendo el derecho de usar la fuerza donde quieran para derrocar a los gobiernos que no les convienen.
Nicaragua está en la lista del imperio, que busca reducir el continente al espacio vital yanqui, es decir, en otras palabras, a su patio trasero, para garantizar la hegemonía sobre el control de los inmensos recursos naturales de la región. En la agenda del siglo xxi estadounidense, la Revolución Cubana, la Nicaragua Sandinista y la Venezuela Bolivariana, significan un serio obstáculo para el cumplimiento efectivo de los sueños imperiales.
Nicaragua apuesta al respeto de la ley, al futuro de su pueblo, no existe otro camino que el diálogo sincero para conseguir avanzar hacia el futuro. Su pueblo, con el sacrificio de sus mejores hijos, ha ganado el derecho a la paz.
