El asalto del pasado 22 de febrero a la Embajada de Corea del Norte en Madrid corresponde a un “grave ataque terrorista” del que Pionyang espera una investigación por parte de las autoridades españolas, declaró un representante del Ministerio de Exteriores norcoreano citado por la agencia estatal KCNA.
Según informa Reuters, el funcionario calificó de “grave violación de la soberanía del Estado” y una “flagrante violación del derecho internacional” esta “intrusión ilegal y ocupación”, y subrayó que este “acto de extorsión” en la misión diplomática “nunca debe ser tolerado en el mundo”.
Asimismo, el representante afirmó que Corea del Norte sigue de cerca los rumores de que detrás de este acto haya estado tanto el grupo disidente Cheollima Civil Defense, comprometido con el derrocamiento del líder norcoreano Kim Jong-un, como el FBI, del que se reportó que recibió los datos robados en el asalto.
