Según informa el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), cientos de personas han salido este sábado a las calles de distintas ciudades de Deir Ezzor, en el este de Siria, para rechazar las acciones de los miembros de las kurdo-sirias FDS y la presencia ilegal de las fuerzas estadounidenses en este territorio sirio.
Los indignados manifestantes han denunciado también la falta de seguridad en las áreas bajo control de las FDS, el aumento de los secuestros y asesinatos, además del robo sistemático del petróleo, según detallan las fuentes.
Varios informes indican que los efectivos de FDS, financiados y armados por Estados Unidos, han reprimido brutalmente las marchas, abierto fuego contra los manifestantes y causado al menos tres muertos y decenas de heridos.
“Militantes apoyados por las fuerzas de ocupación estadounidense atacaron al pueblo con fuego real, lo que causó lesiones a varios civiles”, ha dicho una fuente de la agencia oficial siria de noticias SANA.
Después de que las fuerzas sirias liberaran en noviembre de 2017 Deir Ezzor de la presencia del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), la provincia se ha dividido prácticamente en dos partes, a saber: la orilla izquierda del río Éufrates, bajo el control del Ejército sirio; y la parte este del río, que la controlan las milicias apoyadas por Washington.
Varios informes revelan que Washington y sus fuerzas aliadas están enfocando sus operaciones militares en la parte oriental del territorio sirio, en la provincia de Deir Ezzor, donde hay pozos de petróleo.
EE.UU. y sus aliados en Siria no solo bloquean el envío de ayudas humanitarias a los desplazados en Deir Ezzor, sino también bombardean la zona y matan civiles, niños incluidos.
El Gobierno de Damasco, que está en vías de acabar definitivamente con los grupos terroristas, denuncia como ilegal la presencia militar de EE.UU. en su territorio y añade que Washington busca prolongar la crisis en este país árabe.
