Ayer 15 de julio los trabajadores de Amazon en Shakopee, Minnesota, iniciaron una huelga de seis horas en el Prime Day, un día promocional y de descuentos, que es el mayor negocio del año. Si tienen éxito, podrían desencadenar acciones similares en todo el país y hacer que Jeff Bezos comience a preocuparse realmente por la fuerza de sus trabajadores.
Hace diez años, los gigantes estadounidenses de la tecnología (Apple, Amazon, Google, Facebook) eran considerados como los símbolos del progreso humano. Hoy en día esas empresas, especialmente Amazon, son consideradas como los símbolos de la desigualdad, la tiranía y la explotación.
Jeff Bezos, fundador y dirigente de Amazon, no sólo es el hombre más rico del mundo, sino también de la historia moderna, con una fortuna estimada en 110.000 millones de dólares. Mientras tanto, los trabajadores de los almacenes de Bezos trabajan en condiciones espantosas para obtener un salario escaso, a pesar del aumento salarial del que tanto se habló el año pasado. En marzo, el Daily Beast informó que “entre octubre de 2013 y octubre de 2018 los servicios de emergencia fueron llamados al menos 189 veces a los almacenes de Amazon por intentos de suicidio, pensamientos suicidas y otros episodios de trastorno mental”. No es exagerado comparar la riqueza mal adquirida de Bezos con la de los barones ladrones de la Edad de Oro, como John D. Rockefeller.
Afortunadamente, después de años de interminables alabanzas, la empresa de Bezos se ha desacreditado. La cobertura de los medios de comunicación se ha alejado mucho de la adulación inflexible de hace diez años. La reciente investigación de John Oliver el 1 de julio de este año, en el canal HBO, sobre la cultura y las condiciones de trabajo de la empresa fue tan incisiva que tocó un nervio en las oficinas de Amazon.
La lucha contra Amazon tiene lugar en los suburbios de Minneapolis, en Shakopee, donde los trabajadores somalíes dejaron su trabajo en diciembre pasado, junto con la diputada de la Cámara de Representantes Ilhan Omar. Nacida en Mogadiscio en 1981, fue elegida en noviembre de 2018 en las listas del Partido Demócrata. Es una de las 4 parlamentarias abiertamente atacadas de manera racista por Trump hace dos días, por sus protestas contra las condiciones de trabajo. “El ritmo de trabajo es inhumano”, dijo Mohamed Hassan, uno de los huelguistas. “Todos se sienten continuamente amenazados por el sistema”.
Amazon se vio obligada a negociar con los trabajadores, la mayoría musulmanes, sobre el derecho a rezar en el lugar de trabajo, y la empresa hizo algunas concesiones. Trató desesperadamente de presentar las conversaciones como un “compromiso con la comunidad” en lugar de negociaciones sindicales, temiendo que el ejemplo se extendiera más allá de Shakopee. Los trabajadores afirman que Amazon también ha tomado represalias contra los dirigentes de la huelga.
Pero a pesar de todos los esfuerzos de la megaempresa, las acciones de los trabajadores somalíes en materia de empleo han demostrado ser el principio y no el final. Hoy, en el primer día del Prime Day de Amazon, la “mina de oro” de 48 horas que superó al Viernes Negro como el mayor evento de negocios de la empresa, cerca de 100 trabajadores están planeando una huelga de seis horas para exigir condiciones de trabajo adecuadas y empleos más seguros.
Guled Mohamad, uno de los organizadores de la huelga, dijo a la Minneapolis Star Tribune: “Necesitamos un cambio. Necesitamos algo”. Mohamad trabajó en el almacén de Shakopee durante un año y ocho meses. Mencionó los bajos salarios, el ritmo de trabajo agotador y la presión de la dirección para cumplir con las cuotas.
Meg Brady, una trabajadora de almacén de Amazon que actualmente se encuentra de baja por incapacidad temporal debido al estrés relacionado con el trabajo en un pie, dijo a un canal de noticias local en una entrevista, que se uniría a los piquetes a pesar de la amenaza de perder su trabajo. “Siempre es un riesgo cuando tomas este tipo de medidas”, dice.
Para Meg Brady, el ritmo de trabajo es agotador y peligroso, con una alta tasa de rotación entre los trabajadores. Empezó a trabajar en Amazon hace un año y siete meses y de 70 personas, sólo quedan cinco. La empresa espera que recoja y empaquete la asombrosa cantidad de 600 artículos por hora, resultando con lesiones por estrés repetitivo.
El almacén de Shakopee, que ocupa una superficie de unos 82.000 metros cuadrados, emplea a 1.500 personas, de las cuales casi un tercio son de origen africano oriental. El Awood Center es una organización que defiende a los trabajadores de África Oriental. Su eslogan es “Building East African Worker Power” y se formó gracias una asociación islámica estadounidense y un grupo sindical.
Abdi Muse, director del Centro Awood, dijo a Star Tribune: “A medida que Amazon continúa acelerando el ritmo de trabajo y exigiendo más de los trabajadores del almacén, es difícil para todos. La gente se lesiona o se va porque tiene miedo… La mayor preocupación es la tasa de producción. Deben producir a un ritmo muy intenso cada hora. Tienen que trabajar cada vez más rápido. Y si se toman un descanso, su historial de producción se derrumba”.
Amazon capta la imaginación de los luchadores sindicales de todo el mundo por su tamaño e impacto. En gran medida la industria de la logística en Estados Unidos no está sindicalizada, con la excepción de United Parcel Service (UPS). Si en Amazon irrumpiera una cabeza de puente sindical, podría quebrar una industria vital pero no sindicalizada, haciendo lo que hicieron los trabajadores en la década de 1930 en las industrias automotriz y siderúrgica.
Fundada como una librería en línea en 1994 en Seattle, Amazon explotó en todas las direcciones. No sólo se ha convertido en la tienda en línea de “ahí tienes de todo”, sino que produce largometrajes y una gran variedad de productos culturales para su servicio en vivo Prime, que ha superado los 100 millones de suscriptores en Estados Unidos.
Amazon es ahora uno de los mayores empleadores privados del mundo, con unos 600.000 trabajadores, y uno de los mayores empleadores no sindicalizados de Estados Unidos. En comparación, UPS, que ha estado altamente sindicalizada desde su fundación en 1907, tardó 100 años en alcanzar su actual plantilla de 440.000 empleados. ¿Cómo es que Amazon se hizo tan grande, tan rápido?
La respuesta corta es que Jeff Bezos se inspiró en un modelo desarrollado por el fundador de Walmart, Sam Walton, al que añadió su propio toque. Combinó una operación de ventas en línea con depósitos de ladrillos y mortero (mientras aprendía de empresas de logística establecidas como US Postal Service, FedEx y UPS). Luego puso ambas categorías bajo el mismo techo. Durante la última década, ha crecido rápidamente mediante la creación de una red de centros de distribución regionales y locales (“centros de ejecución“), combinados con una extensa red de transporte aéreo y por carretera (“Prime Air“) y una gran fuerza de trabajo para la entrega a domicilio.
Walmart puede ser la empresa cabecera en logística, pero Amazon la ha superado, al menos por ahora, transformándose en una empresa minorista y de reparto. Y ahí es donde reside el secreto de la organización.
Amazon invirtió el modelo de almacén desarrollado por Walmart y se ha instalado dentro o cerca de las grandes ciudades. Este modelo inverso de acercar los almacenes a las bases sindicales tradicionales parece haber dado a los trabajadores de la fábrica de Shakopee la oportunidad de organizarse con el apoyo del Awood Center. Ahora se están preparando para lanzar su tercera acción sindical en ocho meses.
“Queremos aprovechar esta oportunidad para hablar sobre lo que se necesita para que estas iniciativas se lleven a cabo y presionar a Amazon para que nos proteja y nos proporcione empleos seguros y fiables”, dijo William Stolz, un trabajador de Amazon y organizador de la huelga, al canal de televisión de Bloomberg.
Es un gran paso en la lucha de los trabajadores de Amazon. La dirección está preocupada. Si los trabajadores de Shakopee tienen éxito, su lucha podría desencadenar movilizaciones similares en todo el país, lo que tendría repercusiones en la industria como la ola de huelgas de los maestros del año pasado. Hay mucho en juego.
https://www.jacobinmag.com/2019/07/amazon-shakopee-strike-prime-day