Un paso más hacia el fascismo

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Calmada la fiebre, vuelvo sobre algo de lo que fui uno de los primeros en hablar: la rebelión de los “chalecos amarillos” en Francia. He mantenido silencio porque mucha gente comenzó a hablar de ellos al poco tiempo, pero de nuevo vuelve el olvido. Así que lo retomo yo de la mano de mi muy querida amiga Danielle, que ya sabéis es la persona que me tiene al tanto de lo que pasa en su país.

Esta semana ha tenido lugar su 37 movilización, 37 semanas, nueve meses consecutivos y no se rinden. El poder en todas sus variantes les minimiza, los medios de propaganda ya no se ocupan de ellos, pero ahí siguen y el poder les tiene cada vez más miedo. Si no fuese así no se entenderían las dos medidas que se han puesto en marcha recientemente: la detención preventiva, como suena, de las figuras más destacadas de los “chalecos amarillos” ante la celebración del denominado Día Nacional (14 de julio, conmemorando la toma de La Bastilla en 1789) y la publicación de un documento titulado “La Estrategia de Inteligencia Nacional” en el que se habla abiertamente del peligro de que los “chalecos amarillos” se conviertan en un “movimiento subversivo” que realice acciones de “violencia insurreccional”.

Mientras todos los payasos del circo, bien sea Unidas Podemos en el Estado español o La Francia Insumisa en la propia Francia, siguen bailando al son de la melodía del sistema este mismo sistema da cada vez pasos más firmes hacia el fascismo. Porque el documento no tiene desperdicio.

Ha sido elaborado por la Coordinación Nacional de Inteligencia y Lucha contra el Terrorismo y toda su estructura y contenido se asienta sobre un mismo eje: la “violencia insurgente”. Es una importante variación respecto al documento anterior, de 2014, en el que se hacía hincapié en cuestiones como el terrorismo, el espionaje o la interferencia económica. Ahora no, ahora la prioridad es otra porque la rebelión la tiene en casa. Y la están protagonizando los “chalecos amarillos” prácticamente en solitario, sin el apoyo de la pretendida “izquierda” y sin los sindicatos. La CGT continúa ejerciendo la táctica del avestruz, sacando alguna vez la cabeza y escondiéndola las demás de las veces.

La CNILT (CNRLT en francés) depende directamente de la presidencia de la república francesa, así que este no es un documento más. Es el más importante y el que implica por dónde van las cosas en Francia.

De ahí que ni más ni menos que 175 personas, consideradas dirigentes más o menos significativos de los “chalecos amarillos” fuesen detenidas preventivamente para “asegurar” los actos del 14 de julio con cargos como “organizar una protesta no autorizada”. Porque se había prohibido “cualquier reunión de personas con chalecos amarillos” y se había decretado una zona de exclusión en torno al Arco del Triunfo, de los Campos Elíseos, del mueso del Louvre, de la Torre Eiffel, etc. Es decir, de todo el centro emblemático de París. Otra muestra más de los “valores democráticos” de los que alardea Occidente, otra muestra más de lo que vale el “derecho de reunión y de manifestación” y demás zarandajas habituales. Estas 175 personas fueron detenidas preventivamente por sus convicciones políticas, sin que le importarse una mierda al sistema “democrático” eso de la “presunción de inocencia”. Pero no solo se quedó la cosa ahí, sino que a la acusación de “organizar una protesta no autorizada” se añadió otra: “rebelión”. Estuvieron detenidas dos días, pero los cargos continúan.

El poder no quiere rebeldes, quiere ovejas, quiere sumisión. Y eso es lo que está ofreciendo toda la gente de Unidas Podemos y de La Francia Insumisa. Esta es la “izquierda”. Porque es la consecuencia de las leyes que se han ido aprobando con el apoyo de toda esta gente. En el Estado español, con la excusa del “terrorismo” se ha dado pábulo a todo tipo de violaciones como ha recogido una y otra vez la propia ONU. En Francia, es consecuencia de los poderes “extraordinarios” que se otorgaron a la policía con el estado de emergencia adoptado por el Partido Socialista en 2015 con la excusa de atentados como el realizado contra la revista Charlie Hebdo y que contó con el apoyo de La Francia Insumisa. Porque esos poderes se mantienen, y ahora la represión se ejerce, basándose en ellos, contra los “chalecos amarillos”. La oligarquía está demostrando que no va a tolerar ninguna expresión combativa. Lo único que tolera es a la gente modosita y que no hace ningún daño. Mientras se protege a los fascistas, en el Estado español en Francia y en toda Europa, se considera amenaza la simple movilización.

Porque el documento que menciono dice que “las reivindicaciones tradicionales” (es decir, contra los despidos, por la mejora salarial, por un mejor nivel de vida, contra la guerra, etc.) “son empleadas por las fuerzas subversivas cuyo propósito es la destrucción de la democracia”. Y se dice que al calor de movimientos como los “chalecos amarillos” están surgiendo movimientos subversivos “lo que supone un factor de crisis que es aún más preocupante porque están dirigidos directamente a debilitar o incluso arruinar los cimientos de nuestra democracia y las instituciones republicanas por la violencia insurreccional”. En este contexto, habla de las “acciones violentas contra personas y propiedades” de los “chalecos amarillos”.

Y ¿cuál es la propuesta? Pues “la anticipación, el análisis y el monitoreo de los movimientos sociales y las crisis sociales por parte de los servicios de inteligencia”, que tienen que “conocer la vida local y mantener un vínculo con los actores sociales (representantes elegidos, relevos asociativos, medios de comunicación…)” (sic). Es decir, infiltrarse en ellos. No es nuevo, por supuesto, lo nuevo es que se escriba y se publique. Es decir, se pretende intimidar, introducir la desconfianza, que todos miremos a quien tenemos a nuestro lado pensando que es un informante.

La Unión Europea va claramente hacia el fascismo, por el momento “blando”. No son solo regímenes autoritarios, son pre-fascistas. No preocupan las desigualdades sociales, el hecho de que los millonarios crezcan, porque eso no destruye el sistema ni la democracia. Lo que destruye el sistema y la democracia es que se luche contra ello. Si no se tiene en cuenta algo tan sencillo es que no se tiene en cuenta nada de nada. Y todo lo demás son tonterías. Incluyendo los “gobiernos de coalición” que darán una pasada “progre” a este tipo de comportamientos. Porque, por el momento, y como me recuerda mi amiga Danielle, La Francia Insumisa no ha dicho ni una sola palabra sobre este documento. Y ya ha pasado una semana de su publicación. Luego quien calla, otorga.

El Lince

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