Un alemán de 92 años será juzgado el próximo mes de octubre tras ser acusado de colaborar en el asesinato de 5.230 prisioneros de un campo de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, según dictaminaron este jueves fiscales de Hamburgo, informan medios locales.
El hombre, identificado como Bruno D., fue un guardia de las SS en el campo de concentración de Stutthof (Polonia) y está acusado de ayudar a que miles de personas fueran asesinadas desde 1942 hasta 1945.
Confesión parcial
La Fiscalía mencionó que el hombre ya hizo una confesión parcial en la que admitió su presencia en el campamento. Asimismo, reconoció que vio cuerpos incinerados en el crematorio y que tenía conocimiento de que personas eran empujadas a las cámaras de gas.
Se estima que al menos 65.000 personas murieron en Stutthof, muchos de ellos judíos ejecutados de un disparo en la cabeza o asfixiados con gas Zyklon B.
En su defensa Bruno expresó que su presencia allí no lo convierte en culpable. “¿De que habría servido irme?, habrían encontrado a alguien más”, dijo a los fiscales.
“Máquina de asesinato”
Cuando fue acusado en abril de este año, los fiscales consideraron que Bruno fue una pieza de la “máquina asesina”, asegurando que el hombre estaba al tanto de las circunstancias, y pudo facilitar que se cometieran los crímenes. Debido a que cuando ocurrieron los hechos el acusado tenía entre 17 y 18 años, será procesado en una corte para menores.
Aunque en los últimos años la cantidad de sospechosos de cometer crímenes durante la Segunda Guerra Mundial se ha ido reduciendo debido a la avanzada edad de muchos de ellos, los fiscales alemanes esperan llevarlos a todos ante la Justicia.