En los cinco años que han transcurrido desde la victoria de Maidan, las acusaciones políticas y las causas penales basadas en pruebas falsas o sin prueba de delito en absoluto han sido una constante. En este tiempo, el uso de la prisión preventiva extendida constantemente pese a la ausencia de pruebas ha sido una de las herramientas más utilizadas por Ucrania para mantener en prisión a personas que difícilmente podrían ser condenadas. Es el caso de Evgeny Mefedov y Sergey Dolzhenkov, detenidos por los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Maidan el 2 de mayo de 2014 en Odessa. Tras más de cinco años en prisión (fueron detenidos en mayo de 2014), el caso contra Dolzhenkov y Mefedov parece haber llegado a un punto de inflexión.
Después de una cantidad innumerable de vistas en las que ha quedado claro que el caso contra ellos no tenía fundamento legal alguno -se les acusad de separatismo y amenaza a la integridad territorial de Ucrania por participar en un acto homenaje a la liberación de Nikolaev-, los jueces han aceptado que sean puestos en libertad bajo fianza. No se trata de la primera victoria para Dolzhenkov y Mefedov, que ya fueron absueltos en 2017 en el caso 2 de mayo, aunque fueron inmediatamente detenidos, acusados en un caso improvisado y completamente fabricado. Tampoco es la primera vez que los jueces dictan su puesta en libertad bajo fianza. Ya en 2015, radicales de extrema derecha de la ciudad liderados por el entonces líder del Praviy Sektor Serhiy Sternenko irrumpieron en los juzgados para impedir que los jueces firmaran la orden de poner en libertad bajo fianza a Mefedov y otros acusados (por el caso en el que casi dos años después todos fueron absueltos).
Tras la sesión, el equipo legal de Mefedov se preguntaba si su cliente podría salir en libertad o si, como en ocasiones anteriores, la extrema derecha volvería a impedirlo. En todo el tiempo que han pasado en prisión, Mefedov y Dolzhenkov no han contado con el apoyo de organizaciones ni defensores de los derechos humanos, que han optado por ignorar casi completamente este flagrante caso de uso de herramientas de la justicia como forma de represión.
La última vista
Artículo Original: Antifashist
Los activistas del campo de Kulikovo Sergey Dolzhenkov, natural de Odessa, y Evgeny Mefedov, ciudadano de la Federación Rusa [y residente en Odessa] podrán salir en libertad bajo fianza de 153.000 grivnas [algo más de 6.000 dólares] cada uno tras haber pasado cinco años en prisión preventiva. El diputado electo por la circunscripción de Odessa, Nikolay Skorik, solicitó al tribunal que Sergey Dolzhenkov fuera puesto en libertad bajo su responsabilidad.
Hoy [ayer, viernes 16 de agosto], en el tribunal de Nikolaev se ha celebrado una vista del caso contra los presos políticos Dolzhenkov y Mefedov, detenidos inicialmente por el caso del 2 de mayo y después, tras ser absueltos, arrestados de nuevo por el caso del acto en el que se depositaron flores frente al monumento a los héroes que liberaron Nikolaev.
En estos cinco años en los que no se ha podido probar su culpa y los casos han sido constantemente pospuestos sin motivo alguno, los tribunales han sufrido la presión de los radicales ucranianos.
El 14 de agosto, el tribunal interrogó a varios testigos de los hechos. Todos ellos afirmaron no haber visto nada peligroso ni amenazante en el acto en el que se depositaron flores ante un monumento. En la vista, el diputado Nikolay Skorik solicitó al tribunal hacerse responsable de Dolzhenkov para que fuera puesto en libertad bajo fianza. La petición no fue aceptada.
En la vista del viernes, había que decidir si los acusados seguían en prisión o podían ser puestos en libertad bajo fianza. “Han venido al juzgado nuestros valientes patriotas. Temo el escenario de Ilichevsk en 2017. Estoy Seguro de que los jueces estarán bajo presión del SBU. Parece que esta pesadilla no terminará nunca”, afirmó la madre de Dolzhenkov en las redes sociales.
El 16 de agosto, el tribunal dio la orden de modificar las medidas cautelares contra Dolzhenkov y Mefedov: podrán salir en libertad bajo fianza de 153.000 grivnas. Sin embargo, se ha pedido a los chicos y sus abogados que no tengan prisa en depositar la fianza, ya que los “valientes patriotas” se encuentran en el edificio y la última vez consiguieron impedir la puesta en libertad.
Además, después de que se anunciara la decisión, se presentó en el juzgado otro testigo, cuyo testimonio quiso escuchar el juez. Se trataba de otro testigo de la fiscalía: un policía que inspeccionó los coches que llegaron a Nikolaev. El testigo también dio un testimonio favorable a los acusados. Según el policía, no se encontró nada ilegal durante la inspección y no pudo identificar a nadie.
Tras el interrogatorio, el tribunal se retiró para tomar una decisión.
Después de cinco años que les ha robado el régimen de Poroshenko en terribles condiciones, los presos políticos de Odessa finalmente tienen la oportunidad de salir en libertad.