Las autoridades kurdas señalaron que al menos 785 extranjeros vinculados al Estado Islámico huyeron este 13 de octubre de un campo de detención, que se encuentra en la localidad siria de Ain Issa, al norte de Raqa, recoge Reuters.
Indicaron que unos «mercenarios» —Reuters aclara que de esta forma los kurdos se refieren presuntamente a rebeldes sirios apoyados por Turquía— llevaron a cabo una ofensiva contra un campo donde había «elementos del Daesh«, que, aprovechando esta situación, atacaron a los guardias y escaparon.
En ese contexto, Marvan Qamishlo, vocero de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), declaró a la agencia que en el campo en cuestión no había el suficiente número de vigilantes. De esta manera, detalló que en el lugar se encontraban solo entre 60 y 70 guardias, aunque normalmente hay 700. «La vigilancia es muy débil ahora«, destacó.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, desmintió los informes sobre esta masiva fuga y los calificó de «desinformación», informa la agencia Anadolu.
- Desde finales del año pasado, Recep Tayyip Erdogan ha hablado de planes para lanzar una operación militar unilateral en el norte de Siria contra las Fuerzas Democráticas Sirias, conformadas por unos 60.000 combatientes
- El 7 de octubre, EE.UU. empezó a retirar sus tropas de la zona fronteriza con Turquía controlada por la Administración Autónoma kurda en el noreste de Siria
- La madrugada del 9 de octubre, la Administración Autónoma kurda anunció una movilización de las FDS y de la ciudadanía ante las amenazas de Ankara de lanzar un gran operativo militar en la zona
- El mismo día, Turquía empezó a bombardear los territorios kurdos. Horas después, inició la incursión terrestre
- Tanto el presidente de EE.UU., Donald Trump, como el secretario de Estado del país norteamericano, Mike Pompeo, criticaron la operación militar
