El déficit presupuestario de EE.UU. aumentó para el final del año fiscal 2019 en 26 %, su mayor índice de crecimiento en siete años, con lo que se situó en 984.000 millones de dólares, informó este 25 de octubre el Departamento del Tesoro estadounidense. Es la primera vez, desde principios de la década de 1980, que la brecha presupuestaria se ha mantenido en alza durante cuatro años consecutivos.
El actual déficit fiscal representa el 4,6 % del producto interno bruto (PIB) de esa nación, mientras que el año pasado, con 779.000 millones de dólares, era del 3,8 %.
Este resultado se debe al hecho que los ingresos por impuestos se vieron contrarrestados por un mayor gasto y por el aumento de los pagos del servicio de la deuda, especificó el ente gubarnamental.
El déficit presupuestario de EE.UU. alcanzó un pico de 1,4 billones de dólares en 2009, cuando la Administración del entonces presidente Barack Obama y el Congreso tomaron medidas de emergencia para apoyar el sistema bancario estadounidense durante la crisis financiera global, con el fin de proporcionar un estímulo a una economía en recesión.
Para el final del segundo mandato de Obama, en 2016, el déficit se redujo a 585.000 millones de dólares. Desde entonces, este índice ha aumentado, en parte debido a la reformulación del sistema tributario, que en el corto plazo redujo drásticamente los ingresos por impuestos corporativos, y tambien por un creciente gasto en Defensa y un mayor desenbolso en pagos de intereses sobre la deuda nacional.
