Treinta años después del golpe de estado violento contra el pueblo rumano, en diciembre de 1989, que terminó con la ejecución de Nicolae Ceausescu y su esposa y dio lugar a un periodo de destrucción masiva de puestos de trabajo, de la industria nacional y a un exilio masivo de los trabajadores para poder sobrevivir, el Centro Urbano y Regional de Sociología (CURS, en rumano), ha llevado a cabo un nuevo sondeo que ha dado como resultado otro nuevo fiasco para los medios de propaganda del capital y su esfuerzo enorme por criminalizar el comunismo.
El estudio revela que los rumanos, de todas las edades, no creen la propaganda y juzgan a partir de la realidad desastrosa de tres décadas de capitalismo.
Por ejemplo, en cuanto al juicio farsa que los golpistas hicieron al presidente Nicolae Ceausescu y a su esposa, con una condena sumarísima a muerte, con el objetivo principal de acallar y evitar la resistencia de los trabajadores rumanos y la del propio presidente del país, el 74% de los participantes en la encuesta tienen clarísimo que no se trato de un juicio justo, siendo solamente el 11% los que piensan que si lo fue. En relación a la condena de aquel paripé, el 78% piensa que los ejecutados no merecían ser asesinados, mientras que solo un 11% afirma lo contrario.
Por otro lado, otro análisis estadístico, publicado esta vez por la vocera del capital EuropaFM, concentrado en los jóvenes, como la propia emisora, muestra que un diferente estudio de la empresa de estudios sociológicos, CURS, ha determinado que el 60% de los jóvenes rumanos cree que durante los años de economía planificada socialista se vivía mejor que bajo el régimen capitalista actual, mientras que un 20% de los restantes no está interesado en el asunto.
Esta noticia cuadra con la conocida a través de otro estudio, el de la Asociación de Víctimas del Comunismo, con sede en Washington, publicada hace unos días en este blog, en el que se confirmaba que los «millenials» (jóvenes entre 1981 y 1996) rumanos votarían en 2020, a un candidato comunista si se presentara a las elecciones.
Las ilustraciones son del joven dibujante rumano Laurentiu Ridichie.