El Gobierno de Siria prioriza en su agenda el fin de la presencia ilegal de cualquier fuerza extranjera en su territorio, asegura el embajador sirio en Rusia.
“El principal problema que tenemos ahora es la presencia ilegítima de tropas extranjeras en el suelo sirio, así que nuestro Gobierno prioriza actualmente la expulsión total de esas formaciones” militares, ha anunciado Riad Hadad, en una reunión celebrada este miércoles en el Consejo de la Federación de Rusia (el Senado).
Sin mencionar un país en particular, el diplomático sirio ha arremetido contra las tropas de los Estados que se encuentran en Siria sin el consentimiento de Damasco, lo que significa un atentado a la integridad territorial del país árabe, afirma Hadad.
Damasco ha denunciado en múltiples ocasiones la presencia militar de EE.UU. y sus aliados en territorio sirio, bajo la égida de la llamada coalición internacional. Las fuerzas foráneas desde 2014 lanzan ataques contra elementos del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), pero en realidad han causado un número considerable de bajas civiles y en las filas de los soldados del Ejército sirio.
Además, el Gobierno sirio condena la presencia de las tropas del Ejército de Turquía y sus mercenarios en el norte del país, donde llevan a cabo operaciones militares so pretexto de luchar contra las milicias kurdas, consideradas “terroristas” por Ankara.
Hadad, en otra parte de sus declaraciones, ha reconocido que Moscú y Damasco comparten temores respecto a la actual situación en Siria y ha resaltado que, con el apoyo de las fuerzas rusas, el Gobierno sirio recuperará el control de las partes que aún están en manos de las organizaciones terroristas y las fuerzas de ocupación.
“Continuaremos este camino hasta la liberación de la última pulgada de nuestro suelo. Se llevan a cabo operaciones para garantizar que nuestro Gobierno controle completamente el territorio sirio. Esto es lo que acordaron los presidentes de Rusia y Siria”, ha precisado el embajador.
Washington, en un momento, ordenó la retirada total de sus tropas desplegadas en Siria, pero no pasó ni una semana y revertió su decisión. El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció en octubre que un contingente reducido se quedaría en el este y el noreste del país árabe, so pretexto de “proteger” los pozos de petróleo de los grupos terroristas.
El Gobierno de Damasco ha rechazado desde un principio la presencia militar estadounidense en Siria y acusa a Washington y sus aliados de armar a los terroristas para impedir que el Ejército sirio retome el control del territorio.
