Cuatro prisiones federales de Mississippi son investigadas hoy por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, pues en estas cárceles han muerto 15 reclusos desde finales de diciembre en medio de disturbios y violencia.
Según informó esa entidad federal, las cuatro instalaciones bajo investigación son la Penitenciaría Estatal de Mississippi en Parchman, el Instituto Correccional del Sur de Mississippi, la Instalación Correccional Central de Mississippi y la Instalación Correccional del Condado de Wilkinson.
De acuerdo con un comunicado difundido la víspera, la pesquisa se centrará en si el Departamento de Correcciones del territorio sureño protege adecuadamente a los presos de daños físicos a manos de otros reclusos en esas prisiones.
Asimismo, buscará conocer si existe una prevención adecuada del suicidio, incluida la atención de salud mental y el uso apropiado del aislamiento.
El anuncio de esta indagación tiene lugar luego de que el pasado sábado un preso identificado como Jesús García, de 39 años, fue hallado inmóvil dentro de su celda en el Centro Correccional del Condado de Wilkinson, lo cual elevó a 15 los decesos registrados en cárceles de Mississippi desde el 29 de diciembre.
La mayoría de los fallecimientos (nueve) tuvieron lugar en la penitenciaría de Parchman, la prisión más antigua del estado, la cual ocupa un terreno de aproximadamente 18 mil acres (73 kilómetros cuadrados), cuenta con tres mil 560 camas y alberga solo delincuentes varones.
Gran parte de la violencia se reportó dentro de la Unidad 29 de ese centro penitenciario, la cual tiene inodoros y lavabos rotos, agujeros en las paredes de las celdas, nidos de pájaros en las ventanas, y moho y hongos en las duchas, según describió recientemente la cadena televisiva CBS News.
De acuerdo con ese medio, lo ocurrido ha puesto de relieve las condiciones precarias dentro de las cárceles del territorio, donde los prisioneros han descrito condiciones inhumanas y peligrosas, como el desbordamiento de aguas residuales, la falta de acceso a duchas durante semanas y la violencia mortal de las pandillas.
