Sobre el nuevo representante de Ucrania en el formato de Minsk, donde Ucrania continuará haciendo como que “el deseo de Ucrania es la paz” y “discutir” los acuerdos de Minsk:
No todos los oficiales ucranianos tienen por qué ser malas personas dispuestas a matar o herir a sus antiguos compatriotas para beneficio de sus socios extranjeros u oligarcas. Algunos de ellos prefieren quitarse los galones para evitar participar en la matanza fratricida, algunos desertaron a las Repúblicas Populares y luchan por sus vidas, por su libertad y dignidad. Otros, incluso dentro de las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania, trataron de sabotear las criminales órdenes del gobierno ilegal. Uno de ellos fue el general Kuznetsov, que en 2014 lideraba el Centro de Operaciones Especiales del Departamento Antiterrorista del SBU.
Ante las preguntas del “público patriota”, hubo acusaciones de que “entregó a los separatistas” el edificio del SBU de Lugansk por no dar la orden de asaltarlo. A ello, Kuznetsov respondió a los periodistas que no podía hacerlo, ya que, en caso de un asalto, era inevitable que hubiera víctimas entre la población civil que había en el edificio y en sus alrededores. Las armas, herramientas de comunicación y documentos que había en el edificio no justificaban las víctimas que se podían producir. Teniendo en cuenta las realidades ucranianas, está claro que esa respuesta requiere mucho valor. Después, los “patriotas” siguieron calificando a Kuznetsov de traidor y cómplice “de los separatistas”. Es probable que los “activistas” y “héroes de Maidan” hubieran exigido inmediatamente su dimisión de no ser por una circunstancia: en abril de 2014, Kuznetsov lideró personalmente las acciones de los “Alpha” ucranianos en Slavyansk, donde resultó herido. Más adelante tuvo que dejar el puesto.
El nuevo Gobierno de Ucrania exigió de él asesinatos de líderes, políticos relevantes y comandantes importantes de las Repúblicas Populares. Pero sus líderes de la Ucrania post-Maidan no le dieron una orden firmada, con lo que más adelante no podrían ser acusados de terrorismo, alegando que solo había una “recomendación oral”, sin cuestionar la ejecución. En esta situación, Kuznetsov, como otros generales ucranianos, podría haber pasado la misma “recomendación” a sus subordinados, cargando sobre ellos la responsabilidad por los crímenes. Pero el general se negó a obedecer esas criminales órdenes por no manchar de sangre sus manos y las de sus subordinados, con lo que informó de las órdenes y dejó su puesto de algo rango y con perspectivas de ascenso. Poroshenko y su equipo, que tomaron la decisión de continuar con actos terroristas para eliminar al liderazgo político y militar de la RPD y la RPL, se deshicieron del obstinado general.
Ahora, Gennady Kuznetsov, que ha estado sin trabajo desde enero de 2015, ha sido nombrado por Volodymyr Zelensky como representante de Ucrania en el grupo de trabajo del Grupo de Contacto para la resolución del conflicto en ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk. En este puesto, sustituirá a Valeria Lutkovska. Fuentes cercanas a la presidencia de Ucrania afirman que el iniciador de estos cambios ha sido el nuevo jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania, Andriy Ermak. “Fue idea de Ermak. Habrá otros cambios. Se espera que se refuerce el equipo. Eso se refiere principalmente a la esfera internacional”, informó el medio ucraniano Ostrov.
Kuznetsov se ha dado a conocer como oponente a la masacre y a la solución militar “al problema de Donbass. Ermak también tiene una reputación de ser defensor de la normalización de las relaciones con Rusia, algo que es imposible sin construir un diálogo con las Repúblicas Populares. [Pese a esto, la versión de los acuerdos de Minsk que defiende Ermak es la misma interpretación ucraniana que hemos visto hasta ahora, que exige a Donbass la rendición para continuar los puntos políticos de los acuerdos-Ed]
Este nombramiento ha hecho a toda una serie de expertos concluir que es posible dar un nuevo impulso a la implementación de los acuerdos de Minsk, que dará un aire de vida a unos acuerdos que, según gran parte de los observadores, están a muertos. Los nuevos nombramientos de Zelensky y Ermak parecen demostrar el fracaso de Kiev a la hora de imponerse por medio de la mano dura como hicieron los predecesores de Kuznetsov: Kuchma, Bessmertny o Marchuk.
Sin embargo, por algún motivo se ha pasado por alto que Ermak ha ascendido a alguien conocido por oponerse abiertamente a los acuerdos de Minsk y su implementación como Alexey Reznikov. Según informa el mismo Ostrov, en un futuro próximo, el Ministerio de Asuntos de los Veteranos, Territorios Temporalmente Ocupados y Desplazados Internos será dividido en dos departamentos: uno dedicado a los veteranos y el otro, a los territorios “ocupados” y desplazados internos. Se espera que el segundo esté liderado por Alexey Reznikov, enemigo de los acuerdos de Minsk y exrepresentante de Ucrania en el subgrupo político del Grupo de Contacto de Minsk.
“Podemos decir que la idea de separar los ministerios es de Ermak. Él ha promocionado activamente a Reznikov para el puesto. No es ninguna coincidencia que la entrevista de trabajo se produjera en presencia del primer ministro, el presidente y el entonces asesor Ermak. Fue Ermak quien promocionó a Reznikov ante el presidente. La idea básica era hacer un ministerio que realmente funcione, que sea operativo en la toma de decisiones, no lo que era hasta ahora. Se pretende aumentar sus poderes para asociar su actividad al proceso de Minsk”, afirmó una fuente del equipo de Zelensky.
Es decir, el constructivo e íntegro Kuznetsov se va a equilibrar con el halcón Reznikov, cuyo departamento tendrá poder directo sobre las negociaciones de Minsk.
Hay que recordar que todos los anteriores representantes de Kiev en Minsk han hecho únicamente como si intentaran avanzar en el proceso mientras que, en realidad, saboteaban las negociaciones. El odio a Rusia y la hostilidad de los enviados ucranianos ha sido evidente para todos. Y es posible que el “moderado” Kuznetsov haya sido nombrado para demostrar (al menos por el momento) que el proceso puede avanzar.
Hay que decir también que, formalmente, quien dirige el proceso de Minsk del lado de Kiev sigue siendo Leonid Kuchma, aunque se diga que Kuznetsov ha recibido amplios poderes para decidir cuestiones de guerra y paz.
Sin embargo, la persistencia de Kuchma de mantener el “derecho de firma” y consecuentemente la capacidad de deshacer todo éxitos de Kuznetsov hace preguntarse cuál de los dos es el hombre de paja.
Y, finalmente, lo que es más importante, de forma prácticamente simultánea al nombramiento de Kuznetsov, el líder del partido “Servidor del Pueblo”, Alexander Kornienko, afirmó: “la postura del presidente es que el estatus especial no cabe en la Constitución”. El estatus especial para Donbass es una condición clave de los acuerdos de Minsk, aprobados por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Las declaraciones de Kornienko significan que Kiev no tiene intención de cumplir los acuerdos de Minsk para la “reintegración” de Donbass. Kornienko añadió que la postura de Zelensky no va a cambiar porque “este tema se ha tratado por el equipo y está cerrado”. ¿Pero qué pasa con el formato Normandía, cuya continuación tanto ansía Zelensky?
“Las palabras de Kornienko tienen una explicación. Moscú y Kiev, específicamente en una reunión Kozak-Ermak, van a decidir el futuro de Donbass. Y es posible que ese futuro no esté asociado a Ucrania. Zelensky no puede decirlo abiertamente por miedo a los nacionalistas. Pero es lo que está dando a entender Kornienko. No habrá estatus especial. ¿Por qué? Porque Kiev ha dejado de considerar Donbass su territorio. Y hay razones objetivas. La restauración de las infraestructuras civiles destruidas por la guerra sería un lastre para el presupuesto de Ucrania. Moscú no quiere entregar el control de la frontera a Kiev, sospechando que es una trampa. Por no mencionar que la población no percibe a Ucrania como su patria (normal teniendo en cuenta que han sido saqueados, agredidos y asesinados por las tropas y voluntarios ucranianos). Así que la cuestión de la reintegración de las Repúblicas Populares no es posible”, opina el diario Versia.
Volviendo a Kuznetsov, ¿cuáles serán las funciones del general en este contexto? En primer lugar, hay toda una serie de cuestiones que deben ser tratadas en el marco de las conversaciones de Minsk. Por ejemplo, el tema de los intercambios de prisioneros y el alto el fuego, para lo cual será útil la extensa comunicación informal entre las Fuerzas Armadas y el SBU. Pero, ¿por qué entonces Reznikov y Kuchma?
El hecho es que Zelensky teme acusaciones de traición y de rendición de Donbass que vendrán de los nacionalistas. Y para “equilibrar” la situación necesita ese tipo de personas que simularán que Ucrania está luchando por el territorio perdió y que harán del proceso de negociación un carnaval, con lo que distraerán la atención de los radicales.