Ya vimos en otras ediciones los análisis de los marxista-leninistas albaneses sobre el correcto o erróneo trato de las contradicciones en la sociedad socialista. Véase la obra de Foto Çami: «Contradicciones, clases y lucha de clases en el socialismo» de 1980, o la obra de Jorgji Sota: «Sobre la dictadura del proletariado y la lucha de clases en Albania» de 1983. Esta obra es otra pieza más al mural de grandes análisis realizado por los eruditos albaneses.
El autor Vasillaq Kureta fue un reputado filósofo marxista-leninista que destapó durante décadas las taras de los esquemas filosóficos de las principales corrientes del revisionismo moderno. Puede verse sus famosas críticas al revisionismo soviético en su obra: «Distorsiones de los revisionistas soviéticos en el campo de la filosofía» de 1981, o la obra de Vasillaq Kureta: «Las concepciones antimarxistas de los revisionistas soviéticos sobre el problema de las contradicciones en el socialismo» de 1989.
El valor de este tipo de obras filosóficas es incalculable y no ha sido apreciado en su justa medida por los marxista-leninistas de nuestros días, y esto es normal, porque la mayoría de los autodenominados «marxista-leninistas», incluyendo en el saco a los que dicen ser críticos con el jruschovismo-brezhnevismo, en realidad se han estado formando exclusivamente en manuales de filosofía del revisionismo soviético, y lo que es realmente el problema: sin criticismo alguno.
Las críticas en el campo filosófico que se vierten en el documento sobre el revisionismo soviético vuelve a demostrar que en el Partido del Trabajo de Albania siguió albergando grandes teóricos tras la muerte de Enver Hoxha en 1985. Pero también demuestra que teniendo este precioso legado teórico-práctico los cuadros albaneses del partido descuidaron las advertencias de Enver Hoxha y el PTA de años anteriores sobre el peligro de restauración capitalista, bien porque algunos viendo estos análisis creyeron estar ya inmunizados ante el peligro del revisionismo, o bien porque otros lo aceptaban formalmente de buen grado pero jamás llegaron a comprenderlos y aplicarlos. Algo imperdonable.
Prueba que pese al lento y gradual proceso de falta de vigilancia y de pérdida del espíritu revolucionario en el PTA existían aún verdaderos análisis marxista-leninistas en lo internacional, ello pese a los errores en materia de política exterior que el gobierno de Ramiz Alia cuando comenzó a conciliar abiertamente en lo ideológico con los regímenes imperialistas y revisionistas, lo cual hace más meritorio estos análisis. Estos fenómenos negativos lejos de ser denunciados por el resto de partidos marxista-leninistas como una señal de alerta, como el posible el germen de un posible proceso de degeneración interno, fueron ignorados o aplaudidos por mero seguidismo, ya que también la mayoría de partidos marxista-leninistas habían generado a mediados de los 80. Aún así es importante apuntar que que a diferencia del rápido cambio de rumbo práctico y de discurso de los jruschovistas en la URSS, en el caso de Albania el revisionista emboscado Ramiz Alia no salió tan abiertamente de su cueva, en cuestiones como: la valoración negativa del legado de Stalin y Hoxha, la petición de créditos, la descolectivización, la adhesión al FMI, la distensión con las superpotencias, el pluralismo de partidos, teorizar sobre una economía descentralizada, la composición social del partido de intelectuales, la rentabilidad como principio rector de las empresas, cuestiones que solamente fueron enunciadas abiertamente en 1990. Durante los años anteriores o bien había cumplido con los axiomas básicos del marxismo-leninismo o los había enunciado en la teoría para pisotearlos en la práctica. Esto explica la dificultad de detectar para los marxista-leninistas albaneses y del mundo este proceso regresivo, aunque no justifica que no supiesen reaccionar desde los primeros síntomas teniendo como decíamos tantos análisis y reflexiones sobre los procesos de restauración capitalista en otros países.
De todos modos, recomendamos al lector que lea nuestro extenso análisis sobre la degeneración del socialismo albanés en el capítulo: «El PCE (m-l) y la cuestión albanesa» de 2019.
Estos análisis de los albaneses, beben de los análisis que ya esgrimieron los filósofos soviéticos en época de Stalin:
«La sociedad socialista no conoce contradicciones antagónicas, ya que en su seno no existen clases explotadas y clases explotadoras. Contradicciones antagónicas sólo existen entre la URSS, país que construye el socialismo , y el cerco capitalista; así como entre el Estado socialista y los restos de las destruidas clases enemigas que el cerco capitalista alimenta y sostiene dentro de la URSS». (Mark Moisevich Rosental; El método dialéctico marxista, 1946)
Esto se explica mucho más extensamente en el olvidado manual de «Materialismo histórico» de 1950.
Es evidente la coincidencia entre los marxista-leninistas soviéticos y los albaneses en que ambos reconocían que las contradicciones antagónicas no son propias ni producto del socialismo, sino herencia del régimen anterior –en lo interno– y la influencia del cerco capitalista –en lo externo– hacia la sociedad socialista. Ciertamente los albaneses después de la restauración del capitalismo en la URSS insistían mucho además en la posibilidad de la conversión de las contradicciones no antagónicas en antagónicas –como no podía ser de otra manera–. Pero esto jamás fue descartado en los marxista-leninistas soviéticos en sus trabajos teóricos como demuestran diversos textos sino que en la praxis, captaban perfectamente cuando las contradicciones se tornaban en antagónicas; de ese modo, cuando el desviacionista se convertía en un infractor que ponía en peligro al sistema no había miramientos –véase la reintroducción de la pena de muerte en el Caso de Leningrado de 1949–. Esto refuta la tendenciosa manipulación de los maoístas que critican a los marxista-leninsitas soviéticos insinuando que eran tan necios como para creer que no había posibilidad de restauración del socialismo. Pero Stalin era plenamente consciente de esto, y sus obras tanto oficiales como no oficiales así lo corroboran –otra cosa es que la mayoría desconozca tales textos–. Véase nuestra obra: «Mentiras y calumnias de la historiografía burguesa-revisionista de Mao Zedong y el revisionismo chino sobre Stalin» de 2014.
Como anécdota final, decir que el medio autor de la traducción del texto: «Crítica marxista-leninista» cuenta con varias traducciones de los marxista-leninistas albaneses que recomendamos, por contra existen otros materiales y comentarios de sus autores como Thiago R demostraban que eran afines a la teoría de «superar la nefasta polémica entre Mao y Hoxha», y trataban de «recuperar el carácter revolucionario» del primero con la condescendencia de muchos otros, lo que demostraban no comprender nada de lo que publicaban. Otro medio de similares características fue «Tiempos Rojos», con un nivel de análisis superior y mucho más contundente con el maoísmo que el anterior. Ninguno de ello se caracterizaban por tener análisis propios ni muy extensos pero cumplían un papel positivo en cuanto a recuperación de documentación. Ambos sucumbieron en palabras de algunos de sus miembros por trifulcas y escisiones entre maoístas y no maoístas. Lo que demuestra una vez más que el eclecticismo y las medias tintas contra el revisionismo solo conducen al cinismo y al fracaso.
El documento:
«Algunas de las cuestiones más fundamentales concernientes al problema de las contradicciones en la sociedad socialista han cobrado una particular importancia en el proceso de lucha entre el marxismo-leninismo y el revisionismo, debido a que diversas variantes del revisionismo moderno especulan en torno al problema de las contradicciones en el socialismo.
El Partido del Trabajo de Albania (PTA) se ha atenido consecuentemente en toda su actividad revolucionaria a la tesis científica marxista-leninista de que las contradicciones existen en todo lugar y en cada aspecto de la vida social, en la esfera productiva material y espiritual, de que la ley dialéctica del desarrollo por medio de la lucha de contrarios, en tanto que ley universal, actúa también en la sociedad, de que, también aquí, sin lucha por la superación de las contradicciones, su desarrollo seria imposible.
Lo mismo sucede en la sociedad socialista, cuyo avance no se produce de manera rutinaria e ideal sino de modo revolucionario, porque tiene en su base la lucha de contrarios, las contradicciones, cuyo tratamiento y solución correctos impulsan su desarrollo ulterior. Por eso el PTA tal como afirma el camarada Enver Hoxha, ha establecido continuamente, como una de las principales tareas relacionadas con su labor ideológica:
«El determinar el carácter de las contradicciones en la sociedad socialista y las vías para su correcta solución». (Enver Hoxha. Informe ante el V Congreso del PTA, 2ª ed. en albanés, pág. 129)
La comprensión y el tratamiento científico del problema de las contradicciones en la sociedad socialista revisten gran importancia para la elaboración de una línea política de principios, para la construcción de una estrategia científica y para la definición de justas posiciones tácticas. Por otra parte, algunas de las cuestiones más fundamentales concernientes al problema de las contradicciones en la sociedad socialista han cobrado una particular importancia en el proceso de lucha entre el marxismo-leninismo y el revisionismo, debido a que diversas variantes del revisionismo moderno especulan en torno al problema de las contradicciones en el socialismo.
En el pensamiento teórico de nuestro Partido y del camarada Enver Hoxha acerca del problema de las contradicciones en el socialismo destaca su resuelta actitud en defensa de la herencia de los clásicos del marxismo-leninismo en ese terreno, en lucha consecuente por el desenmascaramiento de todas las tergiversaciones y falsificaciones revisionistas. Son, asimismo, síntesis de la rica experiencia del trabajo del Partido sobre el tratamiento y justa solución de las diversas contradicciones a que ha dado lugar el proceso de la revolución y la construcción socialista en Albania, síntesis que aporta una valiosa contribución al desarrollo de la teoría marxista-leninista sobre las contradicciones en cuestiones esenciales como: el lugar de las contradicciones antagónicas en el socialismo, la importancia del correcto conocimiento y tratamiento de las contradicciones antagónicas y no antagónicas, los métodos para resolverlas, etc.
1. El lugar y el papel de las contradicciones antagónicas en la sociedad socialista
Los clásicos del marxismo-leninismo, al analizar la historia del desarrollo de la sociedad, subrayaban que es resultante de la acción coordinada de innumerables fuerzas, que chocan entre sí porque tienen intereses, objetivos y aspiraciones no iguales. Descubrieron y argumentaron que, el hecho de que los intereses de las personas, de las clases y de las diversas fuerzas sociales, choquen entre sí no depende de su deseo, sino de factores más profundos, objetivos, entre los cuales ocupa el lugar principal y decisivo el carácter de la relación de las personas con los medios de producción. De este modo, en las condiciones de la propiedad privada sobre los medios de producción, los intereses y sobre todo los intereses fundamentales de las clases y de las diversas fuerzas sociales, están en mutua contradicción, porque la propiedad privada divide a la gente y las clases, contrapone sus intereses y aspiraciones. Por eso las contradicciones antagónicas se hallan en todas las sociedades que se erigen sobre la base de la propiedad privada, caracterizan estas sociedades, son típicas de ellas.
Por el contrario en el socialismo, con la eliminación de la propiedad privada y el establecimiento de las relaciones socialistas de producción se produce una gran transformación cualitativa, desaparecen las clases explotadoras como tales. En las nuevas condiciones se plantea una serie de importantes problemas de principio, en relación con el lugar que ocupan las contradicciones antagónicas en la sociedad socialista, con los terrenos y direcciones de su expresión, con el papel que juegan, etc.
El pensamiento teórico marxista-leninista de nuestro Partido ha argumentado ampliamente que en la sociedad socialista, a pesar de la desaparición de la propiedad privada y de las clases explotadoras, existen otros factores y causas que condicionan la existencia de las contradicciones antagónicas a la par de las no antagónicas. En las condiciones de la sociedad socialista, nuestro Partido y el camarada Enver Hoxha tratan las contradicciones antagónicas como resultado de la existencia de las ex-clases explotadoras o de sus remanentes; del posible surgimiento, también en el socialismo, de nuevos elementos burgueses, como resultado de la degeneración de ciertas personas y de su paso a posiciones antipopulares y antisocialistas; de la existencia del enemigo exterior, del imperialismo, del revisionismo y de la reacción –la contradicción entre el socialismo y ellos es expresión de la contradicción entre dos clases con intereses diametralmente opuestos, entre la clase obrera y la burguesía–; de la existencia de las diversas formas y manifestaciones las ideologías extrañas, caducas o actuales. De la tesis científica sobre la existencia de las contradicciones antagónicas en la sociedad socialista, se desprenden importantes conclusiones para la actividad práctica, entre las cuales dos son las más importantes. La primera y más importante conclusión es el reconocimiento de la lucha de clases en el socialismo como fenómeno objetivo, la indispensable aceptación del desarrollo de la lucha de clases para dar solución a estas contradicciones antagónicas. Subrayando el condicionamiento recíproco del proceso de la lucha de clases con el de la existencia de contradicciones antagónicas en el socialismo, el camarada Enver Hoxha escribe que:
«También en esta sociedad nueva existirán, durante un largo período de tiempo, las clases: la clase obrera y el campesinado trabajador, en estrecha alianza entre sí, pero subsistirán también los remanentes de las clases derrocadas y expropiadas. A lo largo de todo este período, estos remanentes, así como los elementos que generan y se oponen a la construcción socialista, harán esfuerzos por recuperar el poder perdido. Así pues, también en el socialismo existirá una enconada lucha de clases». (Enver Hoxha. El Imperialismo y la Revolución, ed. en español, pág. 266)
La segunda conclusión está ligada a la importancia del reconocimiento de las contradicciones antagónicas, como fenómeno objetivo, para comprender correctamente el proceso de desarrollo de la sociedad socialista. Se trata de un proceso complejo que choca también con diversas dificultades. Es preciso conocer estas dificultades, saber cómo han surgido y en qué medida influyen en el avance de la sociedad socialista y, de este modo, explicar por qué y cómo deberán ser superadas. Una parte de ellas son consecuencia de la actividad hostil desplegada por aquellas fuerzas que tienen intereses esenciales diametralmente opuestos a los intereses del socialismo. Cabe mencionar las dificultades que genera el cerco imperialista-revisionista al proceso de la construcción socialista. Los enemigos internos, tanto los viejos, las ex-clases explotadoras y sus remanentes, como los nuevos, han creado tales dificultades al proceso de la construcción del socialismo. Estas dificultades, conociendo su origen, son superadas del modo y por la vía adecuados.
La argumentación de la existencia de contradicciones antagónicas en el socialismo, junto a las no antagónicas, diferencia radicalmente la posición del PTA de las diversas tergiversaciones y falsificaciones revisionistas.
Los revisionistas jruschovistas han pretendido que sólo durante el período de la construcción de la base económica del socialismo existen aún las contradicciones antagónicas, mientras, después, desaparecerán las contradicciones de este tipo, idea ésta que atraviesa todos los análisis jruschovistas sobre el problema de las contradicciones en el socialismo. El único argumento, que han utilizado y utilizan los revisionistas jruschovistas para demostrar la inexistencia de contradicciones antagónicas en la sociedad socialista, es el de la desaparición de las clases antagónicas. La experiencia de la construcción socialista en Albania ha confirmado plenamente que con la desaparición de las clases explotadoras no desaparecen las personas que integraban estas clases, sino que continúan existiendo como restos de esas clases, que, como afirma el camarada Enver Hoxha, no obstante:
«Haber sido vencidas política, ideológica, militar y económicamente, no renuncian jamás, ni un instante, a su idea de recuperar el poder y establecer el poder burgués». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1978-1979, ed. en albanés, pág. 59)
Sus intereses esenciales están en completa contradicción con los intereses del pueblo, de la revolución y del socialismo, por eso las contradicciones en este campo son profundamente antagónicas.
Al negar la existencia de las contradicciones antagónicas en el socialismo, los revisionistas jruschovistas han perseguido y persiguen determinados fines. En primer lugar lo utilizan como «argumento base» para negar la lucha de clases en el socialismo y enmascarar la verdadera realidad de los países revisionistas, donde existe y se desarrolla una exacerbada lucha de clases entre el proletariado y la nueva burguesía que domina en ellos. Al desenmascarar los propósitos revisionistas de negar las contradicciones antagónicas y la lucha de clases en el socialismo, el PTA y el camarada Enver Hoxha se han atenido consecuentemente a la tesis de que en la sociedad socialista:
«Donde la feudoburguesía ha sido desbaratada política y económicamente como clase y donde se desarrolla una implacable lucha contra los remanente de su ideología, las clases antagónicas han desaparecido –y esto, naturalmente, no se debe entender como que haya desaparecido la lucha de clases contra los elementos de las clases expropiadas y los que degeneran, contra las reminiscencias y las manifestaciones extrañas que provienen precisamente de la vieja sociedad de clases, de los Estados capitalistas e imperialistas que nos rodean y presionan cada día y a cada hora, de la difusión del revisionismo moderno que trata de acabar con el socialismo–». (Enver Hoxha. Obras, ed. en albanés)
Hay corrientes revisionistas que reconocen la existencia de las contradicciones antagónicas en el socialismo, pero ligándolas a la existencia de la burguesía como clase incluso tras las transformaciones socialistas producidas en el terreno de la propiedad. Mao Tse-tung pretendió haber descubierto, por primera vez en la historia del desarrollo del marxismo-leninismo, la existencia de contradicciones, de clases y lucha de clases tras la completa finalización de la transformación socialista de la propiedad sobre los medios de producción, ya que existen las clases opuestas, la burguesía y el proletariado. (Véase: Peking Review, Nº18/1977, pág. 26, Nº 19/1977, pág. 18)
Este razonamiento oportunista descansa sobre la tesis de que tras la edificación de la base económica del socialismo, siguen existiendo las clases opuestas. Que tras la finalización de la construcción de la base económica del socialismo continúan existiendo clases, es una tesis formulada por los clásicos del marxismo-leninismo. Según la teoría marxista-leninista, la clase obrera y el campesinado cooperativista son dos clases, pero dos clases amigas, liberadas de la opresión y la explotación. Stalin escribía en 1936 que, con la instauración de la propiedad socialista y de las relaciones socialistas de producción, cambia radicalmente la antigua estructura de clases de la sociedad, desaparecen las clases explotadoras y la sociedad se compone ahora de dos clases amigas, la clase obrera y el campesinado cooperativista, así como de la intelectualidad popular como capa particular de la sociedad.
Cuando pretendían que, con la plena finalización de la transformación socialista de la propiedad sobre los medios de producción, siguen existiendo las clases, los revisionistas chinos no habían hecho ningún descubrimiento. Su «descubrimiento» consistía en declarar que incluso tras la construcción de la base económica del socialismo existen todavía clases opuestas, la burguesía y el proletariado. El PTA y el camarada Enver Hoxha han rechazado hace tiempo esta tesis revisionistas por su carácter oportunista y antimarxista, tergiversación flagrante de la definición leninista de las clases.
Lo importante es no sólo reconocer la existencia de las contradicciones antagónicas en el socialismo, sino determinar la esfera de su actuación, los terrenos y las direcciones en que se expresan.
Como se sabe, las contradicciones no antagónicas constituyen en el socialismo un amplio y rico abanico. Como pone de relieve el camarada Enver Hoxha:
«Existen en una gran variedad, bajo las más diversas formas, en diferentes lugares y momentos». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1976-1977, ed. en albanés, pág. 372)
Las contradicciones no antagónicas surgen en las relaciones entre dos clases amigas, la clase obrera y el campesinado cooperativista, en el seno de cada una de ellas y en distintos grupos y capas de la sociedad. En este aspecto, digámoslo así, cuantitativo, las contradicciones antagónicas no tienen la riqueza ni diversidad de las contradicciones no antagónicas. Mas, de aquí no se puede extraer la conclusión de que las contradicciones antagónicas tengan una esfera de extensión limitada ni limitadas las direcciones de su expresión. Al analizar este problema, el PTA y el camarada Enver Hoxha hacen una llamada de atención a no confundir la diversidad y las formas de expresión de los dos tipos de contradicciones, donde existen también diferencias, con las direcciones y los campos de su existencia; al igual que no hay que confundir el problema de la extensión de las contradicciones antagónicas con el problema del papel que juegan en este o aquel campo en diferentes etapas del desarrollo de la revolución y de la construcción socialista.
Por el contrario, confundir, estas cuestiones, puede conducir a errores teóricos de consecuencias negativas para la actividad práctica, puede conducir a la incomprensión del carácter de las contradicciones concretas y a la reducción artificial del círculo de contradicciones antagónicas. A estas conclusiones conducen los puntos de vista de que supuestamente las contradicciones antagónicas se centran principalmente en el terreno de la ideología o principalmente en el terreno político. El punto de vista de que las contradicciones antagónicas en el socialismo se hallan centradas principalmente en el terreno ideológico limita la correlación de las fuerzas antagónicas sólo a esta esfera, negando así la aguda lucha que se produce entre las fuerzas del socialismo y sus enemigos en los terrenos político, económico, etc. Los análisis científicos de la realidad del desarrollo de la lucha de clases en el socialismo han llevado al PTA y al camarada Enver Hoxha a la conclusión de que:
«El enemigo libra su lucha en todos los sentidos. Nos combate tanto en lo ideológico, como en lo económico y lo político». (Enver Hoxha. Informe ante el VII Congreso de PTA, ed. en español, pág. 119)
Lo que muestra que las contradicciones antagónicas no pueden ser reducidas a un determinado aspecto, sino que existen en todos los principales aspectos. El considerar las contradicciones antagónicas, como las no antagónicas, en su amplio abanico de manifestaciones en los principales terrenos, no significa que sean perpetuas. Deben y pueden ser superadas, resueltas, y de este modo la sociedad marcha adelante. La lucha de clases que desarrollan las masas trabajadoras bajo la dirección del Partido, para desarraigar todo remanente de la sociedad capitalista, para conducir la revolución socialista hacia su triunfo definitivo, resuelve continuamente las diferentes contradicciones antagónicas hasta que, con la desaparición de las clases en el comunismo y el completo triunfo de éste, dejarán de existir las contradicciones de carácter de clase. Lo mismo ocurre con las contradicciones no antagónicas de la sociedad socialista. Con la solución de éstas o aquellas contradicciones concretas, surgirán otras nuevas. Así tiene lugar el desarrollo progresivo de la sociedad socialista hacia el comunismo, que va acompañado de la propia desaparición de las causas que generan la existencia de tales contradicciones.
El punto de vista de Mao Tse-tung, según el cual, al cabo de 10 mil años, seguirían existiendo contradicciones y lucha «en el sentido de lucha de clases e incluso revolución». (Véase: Peking Review Nº 17/1977, pág. 26)
Es anticientífico de principio a fin. Con esto no se manifiesta simplemente la idea de la existencia de contradicciones que, como tales, en tanto que fuente de movimiento existirán siempre en la sociedad humana. Lo que se manifiesta con esto es el punto de vista de que son y serán contradicciones de clase, pues se acepta la existencia de la lucha de clases incluso dentro de 10 mil años. Es evidente que, según esto, los dos tipos de contradicciones que existen en el socialismo existirían perpetuamente. La sociedad no se libraría de dichas contradicciones. El plazo de 10 mil años es convencional, hace referencia a un futuro muy lejano. Para los revisionistas chinos es expresión de la existencia ilimitada de las contradicciones de clase. Así, aparecen como perpetuas para la propia sociedad humana. Estos puntos de vista son completamente opuestos a la concepción marxista-leninista sobre los dos tipos de contradicciones. Su existencia está ligada a los intereses de las clases y de las diversas fuerzas sociales, intereses que se manifiestan bajo diferentes formas. Es, por tanto, evidente que, en la futura sociedad comunista, sin clases, no existirá ya la base de las contradicciones de clase y de la lucha de clases. Las contradicciones seguirán existiendo, pero dejarán de ser contradicciones de clase, antagónicas o no. En la práctica, los puntos de vista de los revisionistas chinos difunden, de una manera refinada, la errónea ilusión de que es inútil la titánica lucha que desarrolla el proletariado por el triunfo de la revolución socialista y la construcción del socialismo, puesto que la sociedad socialista es presentada por ellos como un cúmulo de contradicciones, en principio irresolubles. La presentación de las contradicciones de la sociedad socialista como irresolubles, ha sido calificada por el camarada Enver Hoxha como típica de las concepciones burgués-revisionistas.
La comprensión y correcta explicación científica del lugar de las contradicciones antagónicas en la sociedad socialista está estrechamente ligada a otro importante problema, el de su papel. El PTA y el camarada Enver Hoxha subrayan que en la solución de este problema deben ser debidamente tenidas en cuenta las relaciones que guardan las contradicciones antagónicas y no antagónicas con la sociedad socialista. Las contradicciones antagónicas no pueden ser situadas en el mismo plano que las no antagónicas cuando se trata de su relación con el socialismo como sistema.
La sociedad socialista, donde han desaparecido la propiedad privada y las clases explotadoras, no contiene en su naturaleza el antagonismo entre los intereses fundamentales de las clases, lo que caracteriza al socialismo como sistema, y es en este contexto que Lenin recalcaba que en el socialismo el antagonismo desaparece. Las contradicciones antagónicas no son consubstanciales al socialismo, que no contiene en su naturaleza factores que originen contradicciones de este tipo. Estas no emanan de la esencia de las relaciones socialistas de producción, que son relaciones de colaboración y ayuda mutua entre las clases amigas, la clase obrera y el campesinado cooperativista. Por su propio carácter, las contradicciones antagónicas son extrañas al socialismo. El socialismo las ha heredado, son consecuencia de las huellas de la vieja sociedad, que se conservan en el socialismo, y de la presión exterior ejercida por el mundo capitalistarevisionista. El socialismo, como sistema, está caracterizado por las contradicciones no antagónicas, típicas de él. Si no se evidencia esta distinción esencial en la relación de las contradicciones antagónicas y no antagónicas con el socialismo, es imposible comprender lo que caracteriza al socialismo como régimen cualitativamente nuevo. Sólo que nuestro Partido y el camarada Enver Hoxha han dejado claro que de aquí no deben extraerse conclusiones que sobrestimen un tipo de contradicciones y subestimen el otro. La cuestión del papel que juegan los dos tipos de contradicciones debe ser planteada y solucionada en estrecha ligazón con las condiciones concretas objetivas de la existencia de dichas contradicciones, con los objetivos fundamentales que pretende alcanzar el desarrollo de la revolución y de la construcción socialista y con los problemas fundamentales que aparecen en dicho proceso. Concibiendo de este modo la cuestión, el pensamiento teórico marxista-leninista de nuestro Partido y del camarada Enver Hoxha ha llegado a la conclusión de que tanto las contradicciones antagónicas como las no antagónicas ocupan en el socialismo un importante lugar. Dando de modo sintetizado el lugar de las contradicciones antagónicas en el socialismo, el camarada Enver Hoxha afirma:
«Tengamos siempre en cuenta que nos hallamos en el período de transición del capitalismo al comunismo. Esto significa que durante este período el capitalismo y el socialismo se hallan en irreconciliable lucha. Lucha que prosigue durante todo el periodo de transición que no se sabe cuánto dura, pero que lo hará aún por largo tiempo. Nadie debe pensar que esta lucha ha sido ganada para siempre en nuestro país». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1974-1975, ed. en albanés, pág. 201)
La encarnizada lucha de clases, que se desarrolla entre el socialismo y el capitalismo, representa en sí misma la lucha consecuente y resuelta que desarrollan la clase obrera y las masas trabajadoras bajo la dirección del Partido, en defensa y reforzamiento continuos del poder popular, para desarrollar las fuerzas productivas y perfeccionar las relaciones socialistas de producción, para elevar aún más el bienestar de las masas trabajadoras, acerar y hacer indestructible la capacidad defensiva de la patria socialista, para educar al hombre nuevo con una concepción del mundo científica y de carácter revolucionario. Toda esa lucha se desarrolla en agudo enfrentamiento con las tentativas e innumerables esfuerzos desplegados por las fuerzas reaccionarias para derrocar el poder popular e instaurar el poder de la burguesía y del revisionismo, para someter el país a la múltiple esclavitud del imperialismo, el revisionismo y la reacción, saquear sus grandes riquezas, oprimir y explotar hasta la médula a las masas trabajadoras, difundir su ideología decadente, que envenena la conciencia de las gentes, para ocupar el país incluso militarmente y transformarle en una verdadera colonia. En esencia, el proceso de la construcción socialista está estrechamente ligado a la lucha de las fuerzas del socialismo contra estas fuerzas reaccionarias, por cuestiones cardinales, por lo tanto, las contradicciones antagónicas no pueden ser subvaloradas.
En los documentos del Partido y en las Obras del camarada Enver Hoxha no sólo está científicamente argumentado el lugar que ocupan las contradicciones antagónicas en la sociedad socialista, sino que además se ha subrayado la importancia que reviste el determinar la contradicción antagónica fundamental durante el período de la transición del capitalismo al comunismo o en sus diferentes etapas, como condición indispensable para elaborar una correcta línea política y aplicarla consecuentemente.
Sobre la base de un análisis concreto de las condiciones objetivas del desarrollo de la revolución y de la construcción socialista y teniendo presentes las principales direcciones del desarrollo de la lucha de clases, nuestro Partido ha llegado a la conclusión, de que la contradicción antagónica fundamental, durante todo el período de transición del capitalismo al comunismo, es la contradicción entre el socialismo, que ha triunfado y camina hacia su triunfo definitivo, y el capitalismo, que, aunque vencido, trata de recobrar su poder perdido.
La contradicción antagónica fundamental entre el socialismo y el capitalismo, en diferentes etapas del desarrollo de la revolución y de la lucha de clases, tiene sus correspondientes formas de expresión y solución. La experiencia de la revolución y de la lucha de clases en Albania ha mostrado que la contradicción antagónica fundamental en el terreno político se ha manifestado como contradicción del pueblo con los ocupantes y las clases explotadoras, que se unieron en un frente común. Esa contradicción se resolvió con la liberación del país y la instauración de la dictadura del proletariado. En el terreno económico se ha manifestado como contradicción entre las nuevas relaciones socialistas de producción y las relaciones feudal burguesas y se resolvió con la construcción de la base económica del socialismo tanto en la ciudad como en el campo. En el terreno ideológico se ha manifestado como contradicción entre la ideología proletaria y la ideología burguesa; su solución conducirá al triunfo completo de la ideología y de la moral comunistas sobre la burguesa, a la multifacética educación comunista de las masas trabajadoras.
Entre las diversas formas de expresión de la contradicción entre el socialismo y el capitalismo, en los correspondientes terrenos, existe un vínculo y un orden interno y orgánico, reflejo de las leyes del desarrollo de la revolución y de la construcción socialista, que deben ser, sin falta, tenidos en cuenta en la determinación de la contradicción antagónica fundamental concreta en esta o aquella etapa. Las propias leves del desarrollo de la revolución plantean en primer lugar, como contradicción fundamental, la contradicción existente en el terreno político, sin cuya solución no se puede lograr la solución de las demás contradicciones. Tras la toma del poder político por la clase obrera, bajo la dirección de su Partido, es indispensable que el nuevo poder se apoye sobre su propia base económica y por consiguiente la contradicción fundamental de esa etapa es la contradicción en el terreno económico, después de cuya solución cobra una particular importancia la contradicción en el terreno ideológico. Con la solución de cada una de estas contradicciones fundamentales de etapas determinadas se resuelve gradualmente la propia contradicción antagónica fundamental entre el socialismo y el capitalismo.
Nuestro Partido ha planteado claramente, asimismo, que con el triunfo de la revolución socialista en este o aquel terreno, por ejemplo en los terrenos político y económico, se solucionan las correspondientes contradicciones antagónicas fundamentales, quedan solucionadas como tales, como fundamentales, pero esto no significa en absoluto que en aquellos terrenos dejen de existir contradicciones antagónicas. Las contradicciones antagónicas siguen existiendo en todos estos terrenos, lo que, entre otras cosas, determina el desarrollo frontal de la lucha de clases en todas sus principales direcciones: políticas, económicas e ideológicas.
Las contradicciones fundamentales de las diversas etapas tienen no sólo su orden orgánico, sino además un condicionamiento recíproco, tal como lo argumenta claramente la conclusión del PTA de que, hasta que no se haya solucionado la contradicción fundamental también en el terreno ideológico, no se puede considerar solucionada completa y definitivamente la contradicción fundamental ni en el terreno político ni en el económico. Sólo comprendiendo las contradicciones fundamentales en las formas concretas de su expresión y en la relación y condicionamiento recíprocos es posible determinar las tareas que corresponden a cada etapa de la revolución y de la construcción socialista, es posible determinar al enemigo principal contra el que hay que enfilar la punta de lanza de la lucha, determinar las fuerzas motrices y los aliados en este proceso.
Reviste una gran importancia la justa comprensión de la contradicción antagónica fundamental en el período de transición al comunismo, como contradicción entre el socialismo y el capitalismo. Esta se manifiesta en el trabajo y los esfuerzos desplegados por las masas trabajadoras, dirigidas por el Partido, para hacer triunfar el socialismo y en la lucha contra la posibilidad que implican diversos factores hostiles de que este proceso revolucionario se interrumpa o degenere en retroceso al capitalismo, como ocurrió en la Unión Soviética y en los demás países revisionistas. A sí pues, la lucha entre el socialismo y el capitalismo es en esencia la lucha del socialismo para evitar esta posibilidad, la que desean y tratan de lograr todos los enemigos internos y externos. Una posibilidad semejante existe en todos los terrenos, político, económico, ideológico y militar, por eso, independientemente de la solución de esta o aquella contradicción fundamental en esta o aquella etapa de la revolución y de la construcción socialista, las contradicciones antagónicas continúan existiendo durante todo el período de transición, en todos los terrenos y en mutuo enlace. Por consiguiente, la lucha de clases, en cada uno de esos terrenos, no se desarrolla aislada, sino entrelazada y mutuamente complementada.
2. Sobre el tratamiento correcto de los dos tipos de contradicciones en el socialismo
Por el propio lugar que ocupan y el papel que desempeñan las contradicciones antagónicas y no antagónicas requieren una atención particular y un tratamiento lo más cuidadoso posible. El correcto tratamiento de las contradicciones en la sociedad socialista está relacionado, ante todo, con la determinación de su carácter, de si son o no antagónicas, y por consiguiente, con el establecimiento de una clara línea de demarcación entre las fuerzas en conflicto.
En base a la ciencia marxista-leninista, a la experiencia de la revolución socialista en Albania y al desarrollo de la historia en diversos países del mundo, resulta que la determinación de una línea clara y categórica de demarcación entre el pueblo y el enemigo es imprescindible, siendo, al mismo tiempo, una cuestión compleja y difícil que requiere una profunda madurez. De este modo, en determinados momentos de la historia de tal o cual país, en las condiciones de una lucha de liberación nacional, cuando las tareas democráticas y antiimperialistas del desarrollo de la revolución adquieren una importancia particular, el proletariado puede aliarse incluso con aquel sector de la burguesía que no es instrumento ciego del capital extranjero y está interesado en un desarrollo independiente del país, pero siempre bajo su dirección. Pero también en estas situaciones histórico-sociales determinadas, la contradicción entre el proletariado y las masas trabajadoras, por un lado, y aquel sector de la burguesía, por otro, continúa siendo una contradicción de carácter antagónico, sólo que, en función de las circunstancias y de las condiciones concretas, puede no ser la contradicción antagónica principal. Pero esto depende también de la actitud que adopta este propio sector de la burguesía. Generalizando la experiencia de la Lucha Antifascista de Liberación Nacional en Albania, el camarada Enver Hoxha subraya que en la situación de entonces:
«Las contradicciones de clase internas habían pasado a segundo plano, estando en primer plano las contradicciones externas, las existentes entre el pueblo albanés, que luchaba por su libertad, independencia y soberanía, y los ocupantes italianos y alemanes que habían invadido nuestro suelo». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1967-1968, ed. en albanés, pág. 160)
Por eso nuestro Partido trató de atraerse a todas las fuerzas susceptibles de ser ganadas para la Lucha Antifascista. El Partido:
«Desplegó todos los esfuerzos posibles para impedir que las contradicciones con el Balli Kombétar y Legaliteti se transformasen en fundamentales y antagónicas». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1967-1968, ed. en albanés, pág. 164)
Sin embargo, las clases explotadoras y las organizaciones traidoras creadas, consideraban como enemigo principal al Partido Comunista y al Frente de Liberación Nacional y se esforzaron por destruirlos mediante la lucha armada, uniéndose en un frente único con los ocupantes. Ellas mismas transformaron las contradicciones con el Partido Comunista y el Frente de Liberación Nacional, al que se habían unido las amplias masas populares albanesas, en contradicciones antagónicas fundamentales. Por eso el Partido y el Frente de Liberación Nacional combatieron y destruyeron estas organizaciones traidoras de las clases explotadoras, como instrumentos de los ocupantes extranjeros, y con el triunfo en la guerra, no sólo se liberó la patria de ocupantes, sino que fueron derrocadas y despojadas del poder político las principales clases explotadoras del país. Con el triunfo de la revolución, el proletariado derroca a la burguesía del poder y la expropia. En las condiciones del socialismo, en cualquier situación y circunstancia, los intereses de la burguesía como clase no tienen nada que ver con los intereses del pueblo. Son ya, en todos los aspectos y relaciones entre ellas, dos fuerzas radicalmente contrarias, la contradicción entre ellas es una contradicción fundamental, antagónica.
Debido a su concepción marxista-leninista sobre esta importante cuestión, el Partido y el camarada Enver Hoxha descubrieron y desenmascararon las «teorizaciones» del pensamiento Mao Tse-tung, que pretendía negar la necesidad de una clara y categórica definición del carácter de las contradicciones en el socialismo. Según el pensamiento Mao Tse-tung, en el socialismo existiría la posibilidad de que el proletariado estableciera alianzas, acuerdos y colaboración con la burguesía para transformarla en participante y compañera de viaje durante todo el período de la construcción socialista. Para el pensamiento Mao Tse-tung sería la propia burguesía la interesada en tal cosa debido a su supuesta doble naturaleza de explotadora simultáneamente a la de trabajadora. Por eso, según el pensamiento Mao Tse-tung, las contradicciones con ella no serían contradicciones antagónicas fundamentales, sino un ensamblaje entre las contradicciones antagónicas y las no antagónicas, que no pueden diferenciarse ni existir sin las otras. Con este tratamiento ecléctico el pensamiento Mao Tse-tung pretendía en esencia tratar la contradicción entre la clase obrera y la burguesía como una contradicción no antagónica, lo que los revisionistas chinos han utilizado y utilizan como máscara teórica de su línea oportunista de colaboración de clase con la burguesía y de desarrollo del capitalismo en China. La teoría marxista-leninista y la experiencia de la construcción del socialismo científico demuestran que no es cierta en absoluto la doble naturaleza de la burguesía. Esta se caracteriza única y continuamente como una fuerza reaccionaria que, pese a haber sido derrotada, jamás renuncia, en ningún momento, a la idea de reconquistar el poder. Por consiguiente, la contradicción con la burguesía o con sus remanentes es una contradicción profundamente antagónica y sólo eso.
Cualquier confusión de los dos tipos de contradicciones ha sido calificada por el Partido y el camarada Enver Hoxha no sólo como teóricamente infundada, sino como muy nociva prácticamente, puesto que así se producen desviaciones del desarrollo correcto y consecuente de la lucha de clases y se debilita la unidad moral y política del pueblo en torno al Partido. En la vida y en la lucha cotidiana por la construcción del socialismo y por la defensa de la Patria, el camarada Enver Hoxha recomienda que:
«Debemos establecer bien la diferencia de las contradicciones entre nosotros y los enemigos y las contradicciones en el seno del pueblo, no confundir al pueblo con el enemigo porque esto perjudicaría gravemente la cuestión de la unidad y debilitaría los lazos del Partido con las masas». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1967-1968, ed. en albanés, pág. 182)
El justo y consecuente desarrollo de la lucha de clases exige una clara definición de las fuerzas hostiles y de los enemigos principales contra los que hay que dirigir los ataques, un pleno conocimiento de los momentos y de las particularidades que los caracterizan, la elaboración de las formas y de los métodos más adecuados a su desarrollo y muchos otros factores que han sido teóricamente analizados por los clásicos del marxismo-leninismo y confirmados por la experiencia de la revolución y de la construcción socialista en Albania.
Pero, el correcto y consecuente desarrollo de la lucha de clases exige que se adopte una actitud de principios, sin caer ni en el oportunismo ni en el sectarismo. Tanto el oportunismo, en sus más diversas manifestaciones, cuyo propio contenido tiende a debilitar y extinguir la lucha de clases, como el sectarismo, también en sus más diversas formas de expresión y cuyo propio contenido tiende a estimular y a exacerbar artificialmente la lucha de clases, conforman una concepción y desarrollo erróneos de la lucha de clases, de consecuencias harto peligrosas para la revolución y la construcción socialista, contra las cuales el Partido del Trabajo de Albania ha combatido incesantemente a lo largo de toda su historia. Las vacilaciones oportunistas y sectarias en el desarrollo de la lucha de clases, el camarada Enver Hoxha las explicaba con:
«La ausencia de una correcta comprensión del carácter de los tipos de contradicciones que existen en nuestra sociedad». (Enver Hoxha. Informe ante el VII Congreso de PTA, ed. en español, pág. 121)
Y subraya que:
«El confundir estos dos tipos de contradicciones conduce a errores oportunistas o sectarios». (Enver Hoxha. Informe ante el V Congreso del PTA, 3ª ed. en albanés, pág. 133)
Otro importante momento del tratamiento de las contradicciones es la definición del grado de desarrollo de las mismas. Los clásicos del marxismo-leninismo no consideraban las contradicciones como dadas de una vez y para siempre o establecidas en una forma rígida. Las contradicciones pasan por todo un proceso, nacen, se desarrollan y si no se trabaja por resolverlas, pueden complicarse y agravarse. Haciendo hincapié en esta idea, el camarada Enver Hoxha escribe:
«Lenin nos enseña y la gran experiencia de nuestro Partido nos confirma que las grandes divergencias nacen de pequeños desacuerdos». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1974-1975, ed. en albanés, pág. 185)
Y más adelante, prosigue:
«Lenin nos indica que toda divergencia, por insignificante que sea, puede convertirse en políticamente peligrosa, si aparece la posibilidad de que se desarrolle en una escisión». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1974-1975, ed. en albanés, pág. 186)
Las contradicciones, pues, no tienen el mismo grado de madurez o agudeza no sólo comparadas unas con otras, sino tampoco en sí mismas. Por eso es importante conocer el grado de desarrollo de las contradicciones, porque éste influye en la determinación de las medidas que deben adoptarse, de las vías que hay que seguir y de las formas que deben utilizarse para resolverlas:
«En nuestro país como se sabe existen casos en que cuando se comete un delito no grave, el culpable no es inmediatamente encarcelado, ni incluso expulsado del trabajo. La primera vez se le aconseja, si reincide es severamente criticado y se le enseña a cómo comportarse en el futuro, cuando no se corrige se le hace una severa advertencia de las consecuencias que puede acarrear para sí mismo, se le amonesta, etc., etc. Pero si continúa por el camino errado, entonces se toman medidas más severas. De este modo se realiza toda una labor educativa para salvar al individuo. Solo cuando después de todo ese trabajo no se muestra cuidadoso y continua abusando de la generosidad de la clase, entonces ésta se ve obligada a tomar las medidas que prescribe la ley, expulsándole del trabajo o encarcelándole, a fin de que el malhechor se corrija mediante medidas coercitivas». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1970-1971, ed. en albanés, pág. 421)
Pero esta posición escalonada se establece sobre la base de la madurez de la contradicción, puesto que se mantiene una actitud hacia la persona que se equivoca por primera vez y otra diferente hacia aquella que, como dice el pueblo, «ha desbordado el vaso» En esencia, existen diversos grados de desarrollo de la contradicción y de aquí emanan las actitudes diferenciadas respecto a ellas.
3. Sobre los métodos de solución de las contradicciones en la sociedad socialista
En la teoría marxista-leninista sobre las contradicciones ocupa un importante lugar el problema de los métodos para su solución.
El pensamiento teórico del Partido y del camarada Enver Hoxha han analizado detalladamente este problema en defensa y desarrollo de las ideas de los clásicos del marxismo-leninismo y generalizando la experiencia de la revolución y la construcción socialista en nuestro país. En el impetuoso desarrollo que caracteriza a nuestra sociedad socialista, ocupan su propio lugar las contradicciones antagónicas y no antagónicas, y eso requiere que sean conocidas, tratadas y solucionadas correctamente. El camarada Enver Hoxha considera erróneas las tendencias a encubrir las contradicciones, las califica de actitudes subjetivas que niegan su carácter objetivo y que desprecian el importante papel que juegan, cuando son tratadas y solucionadas correctamente, en la marcha adelante de la sociedad socialista. Hay que descubrir con valentía las contradicciones y combatir por superarlas. Este proceso de superación, de resolución, pues, de las contradicciones, no es un proceso espontáneo. El camarada Enver Hoxha recalca:
«Que a nadie se le ocurra que la superación puede producirse por sí sola». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1969-1970, ed. en albanés, pág. 341)
Por el contrario, al plantear que la solución de las contradicciones requiere una vasta labor, el camarada Enver Hoxha a firma que:
«El marxismo-leninismo y la experiencia de nuestra construcción socialista nos muestran fehacientemente que su justa solución, sólida y revolucionaria, requiere de manera indispensable que sean estudiadas y tratadas de un modo científico, profundo y multilateral». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1969-1970, ed. en albanés, pág. 368-369)
La solución de las contradicciones se logra cuando se elaboran y se aplican también los métodos, los medios y las formas más eficaces al efecto. Pero, ¿cómo se pueda llegar a conocer tales métodos y cuáles son los principales a utilizar en la solución de las contradicciones de la sociedad socialista? También en lo relativo a esta cuestión se pone de relieve la valiosa contribución que nuestro Partido y el camarada Enver Hoxha han aportado a la defensa y al desarrollo de la herencia teórica de Marx, Engels, Lenin y Stalin.
Como punto de partida para conocer y utilizar los métodos más correctos y eficaces para la solución de las contradicciones hay que tener en cuenta algunos importantes criterios.
A la diversidad de manifestaciones de las contradicciones corresponde un sinnúmero de métodos para su solución, pero en todo caso, el método, la forma o la vía que serán seguidos para resolver las contradicciones, depende, en primer lugar, del carácter de la contradicción, si es antagónica o no. Recalcando esta idea, el camarada Enver Hoxha escribe que es necesario, en primer lugar, que:
«Las contradicciones sean conocidas, descubiertas y más tarde, sobre esta base, se adopten medidas para resolverlas a su tiempo, por las vías y con los métodos correctos, tal como nos enseñan Lenin y Stalin». ( Enver Hoxha. Informes y discursos 1969-1970, ed. en albanés, pág. 351)
Recalca el camarada Enver Hoxha:
«El Partido y nuestro estado de dictadura del proletariado, a la hora de juzgar a las personas, establecen claramente la distinción entre los que están ligados al pueblo y en el desarrollo del trabajo cometen errores sin intenciones hostiles, y los desclasados, o que sin ser tales, han degenerado y perjudican con su actuación a la patria socialista. Con los primeros se utilizan los métodos de persuasión y educación, mientras que a los segundos la dictadura del proletariado los golpea con toda su justicia y rigor». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1978-1979, ed. en albanés, pág. 183)
De lo contrario, si los métodos para la solución de las contradicciones son adoptados sin tener en cuenta el carácter de la contradicción, entonces se puede caer en la confusión de los dos tipos de contradicciones. La utilización de medidas coercitivas allá donde debe utilizarse la persuasión y la educación, agudiza artificialmente la contradicción no antagónica y puede llegar a transformarla en antagónica. Del mismo modo la utilización del debate y la discusión en la solución de las contradicciones antagónicas con el enemigo, conduce a una actitud blandengue, liberal y oportunista hacia él. El conocimiento, la elaboración y la aplicación de los métodos más eficaces para la solución de las contradicciones, son tratados por nuestro Partido y el camarada Enver Hoxha estrechamente ligados al correcto y consecuente desarrollo de la lucha de clases.
«Al margen de la lucha de clases y sin ella, no puede siquiera pensarse ni en la superación de las contradicciones ni en el fortalecimiento de la unidad». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1967-1968, ed. en albanés, pág. 182)
La profunda comprensión científica marxista-leninista y el justo y consecuente desarrollo de la lucha de clases en todos los terrenos dictan siempre los métodos correspondientes para la solución de las diversas contradicciones de la sociedad socialista. El proceso de la lucha de clases, objetivamente agudo, posee su propia dinámica, que se realiza a oleadas, con altibajos, que, como subraya nuestro Partido, están ligados a las cuestiones concretas por las que se lucha o a aspectos concretos de estas cuestiones, a las condiciones concretas del desarrollo de la lucha y a otros factores objetivos y subjetivos. La elaboración y la aplicación de los métodos para la solución de las contradicciones no se puede lograr ignorando esta dinámica del desarrollo de la lucha de clases, de lo contrario se puede llegar a actitudes oportunistas y sectarias. En la elaboración y adopción de los métodos para la solución de las contradicciones se tiene en cuenta que, al ser diversas, también deben ser diversos los métodos utilizados para la solución sobre todo de las contradicciones antagónicas y los métodos para la solución de las contradicciones no antagónicas. El Partido y el camarada Enver Hoxha en lo que se refiere a la cuestión de la solución de las contradicciones antagónicas en el socialismo, se han atenido consecuentemente a las enseñanzas de los clásicos del marxismo-leninismo de que a tal fin se utilice y deba ser utilizado, ante todo, el método de la violencia. Lenin encomendaba que en su actitud frente a las fuerzas enemigas, la dictadura del proletariado no debe ser blanda, sino de hierro, ya que:
«Esta dictadura presupone la utilización de una violencia enérgica e implacable, inmediata y decidida para aplastar la resistencia de los explotadores, de los capitalistas, de los terratenientes y sus lacayos. Quien no haya entendido esto, no es revolucionario». (V. I. Lenin. Obras, ed. en albanés, t. 29, pág. 430)
En su diario político «Reflexiones sobre China», el camarada Enver Hoxha, al desenmascarar las actitudes oportunistas de los revisionistas chinos frente al enemigo de clase, acentúa que:
«La lucha contra el enemigo de clase debe ser implacable, no sobre el papel, y de palabra, sino con hechos y obras». (Enver Hoxha. Reflexiones sobre China, ed. en español, t. I, pág. 346)
Y que:
«Hay que aplastarle la cabeza a los enemigos no sólo con palabras y dazibaos, sino también a tiros». ( Enver Hoxha. Reflexiones sobre China, ed. en español, t. I, pág. 351)
Esta ha sido y sigue siendo la firme actitud del Partido del Trabajo de Albania hacia el enemigo, interno o externo, para la solución de las contradicciones antagónicas con él, y representa uno de los factores fundamentales que han asegurado la realización con éxito de los objetivos de nuestro Partido para el triunfo de la revolución y su ininterrumpido desarrollo.
Los revisionistas chinos han adoptado al respecto una actitud profundamente oportunista según la cual, en la solución de las contradicciones con el enemigo, hay que utilizar el método de la discusión, de la crítica y de la unidad, de la educación y reeducación, lo que, según pretende el pensamiento Mao Tse-tung, hace que los contrarrevolucionarios de toda laya no sólo dejen de oponerse a la revolución, sino que se unan a ella. La teoría marxista-leninista y la experiencia de la lucha de clases, desarrollada correcta y consecuentemente, tal como la ha conducido el Partido del Trabajo de Albania, muestran que los contrarrevolucionarios de todo color jamás renuncian a su naturaleza ni a sus fines de contrarrevolucionarios, ¡como para pretender que acepten la revolución!
El PTA ha subrayado de continuo la necesidad de utilizar la violencia en general, en tanto que vía para resolver las contradicciones antagónicas, pero enseña que esa violencia se concreta en diversos grados y formas, en función de la resistencia que opongan los enemigos y la peligrosidad social que representen. De este modo, tal como muestra la experiencia del desarrollo de la lucha de clases en Albania, el Partido y el poder popular han combatido y golpeado con todo rigor, hasta la liquidación física, a todos aquellos enemigos, viejos y nuevos, que han perpetrado graves delitos contra el pueblo, contra la dictadura del proletariado, contra la sociedad socialista. Pero esta forma de violencia el Partido no la hizo extensiva al conjunto de su actitud hacia las clases explotadoras, ni hacia los residuos de dichas clases. Los hay que, dependiendo del grado del delito cometido y de la peligrosidad social que representan, no son condenados, pero si mantenidos bajo rigurosa vigilancia y control. Con los que no han cometido directamente ningún delito, la actitud es otra, a estos, dice el camarada Enver Hoxha:
«El Partido los pone a trabajar como a todos los demás para que mediante el trabajo educarles y salvarles». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1978-1979, ed. en albanés, pág. 59)
El camarada Enver Hoxha trata como un aspecto de la aplicación de la línea del Partido:
«Los esfuerzos desplegados para la educación y transformación de los elementos de las clases que perdieron el poder y en especial de sus hijos. El Partido trabaja para que también estos jóvenes sean buenos trabajadores, limpiarles la conciencia y recrear en ellos el hombre de nuestra sociedad». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1978-1979, ed. en albanés, pág. 60)
En el curso de los esfuerzos desplegados para la reeducación, por medio del trabajo, de los elementos de las clases explotadoras el Partido señala que es indispensable tener en cuenta dos cuestiones fundamentales, válidas para una más correcta comprensión y aplicación de su línea al respecto. Primero, los esfuerzos para la reeducación por medio del trabajo de los elementos de las clases explotadoras implican una actitud diferenciada en numerosos aspectos y sobre todo entre los padres y sus hijos, que, como escribe el camarada Enver Hoxha:
«No deben ser tratados como sus padres, sino considerados uno por uno». (Enver Hoxha. Obras, ed. en albanés, t. 27, pág. 49)
Segundo, siempre, incluso cuando se hacen esfuerzos para la reeducación, por medio del trabajo, de los elementos de las clases explotadoras hay que prestar una elevada vigilancia para que estos elementos de las ex clases explotadoras no penetren en los puestos dirigentes del poder popular, sin haber pasado previamente por grandes pruebas y sacrificios donde demuestren que se han transformado en miembros de la sociedad socialista. Pero debe mostrarse la mayor vigilancia para detectar y aplastar inmediatamente cualquiera de sus tentativas para reconquistar el poder e instaurar el poder burgués, sueño permanente de las fuerzas reaccionarias.
La tarea de solucionar las contradicciones no antagónicas también ha conducido al conocimiento y a la aplicación por parte del PTA de las más diversas vías y métodos eficaces a tal fin. El Partido y el camarada Enver Hoxha han considerado siempre el conocimiento y la solución de las contradicciones no antagónicas existentes en el socialismo como una gran tarea, compleja y multifacética que se resuelve, asimismo, en el proceso de desarrollo de la lucha de clases. Es una gran tarea por el lugar que ocupan y el papel que juegan estas contradicciones en la sociedad socialista. El proceso de su solución es complejo, por la propia naturaleza de este tipo de contradicciones, como contradicciones que surgen entre fuerzas sociales cuyos intereses fundamentales son comunes y ni pueden ni deben separarse unos de otros, independientemente de que pueda haber momentos en que no coincidan los intereses de segundo o tercer orden. Pero la solución de las contradicciones no antagónicas es también un proceso múltiple, debido a que tanto su extensión como su naturaleza brindan la posibilidad de elaborar y aplicar los medios, las vías, las formas y los más diversos métodos para su solución.
En los documentos del Partido y en las Obras del camarada Enver Hoxha se han definido claramente algunos de los métodos y de las principales formas de solucionar las contradicciones no antagónicas en el seno de las masas trabajadoras, enfatizando y valorando sobre todo el método de la persuasión. Estas contradicciones surgen cuando entre diversas personas, gente del pueblo y del socialismo, aparecen y se manifiestan puntos de vista, concepciones o hábitos y costumbres extraños a la ideología, la moral y la psicología socialista. Las contradicciones en esta esfera son bastante complejas tanto por su origen, por el modo y las vías en que nacen, así como por sus formas de manifestación, lo que exige la elaboración y la aplicación de un método lo más acertado posible para su solución.
El desarraigo de las reminiscencias extrañas de la conciencia de las personas de la sociedad socialista, requiere la acción de numerosos factores, entre los cuales el principal, por su eficacia y prioridad, es el trabajo educativo de persuasión. El camarada Enver Hoxha enseña que la conciencia de las personas no se limpia a fuerza de leyes y decretos.
«Estos ayudan, determinan normas, pero sólo el trabajo político, el trabajo ideológico, el convencimiento, la paciencia, la prudencia, la honestidad, hacen desaparecer las reminiscencias». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1967-1968, ed. en albanés, págs. 78-79)
En el pensamiento teórico del partido y del camarada Enver Hoxha se ha llegado a la conclusión de que la utilización del método persuasivo en la solución de las contradicciones no antagónicas consigue el efecto y el valor debidos, si se realiza con madurez marxista-leninista, dentro de determinados límites. En primer lugar la utilización del método persuasivo dependerá del carácter de la contradicción, si la contradicción evoluciona en su carácter y se transforma de no antagónica en antagónica, esto debe ir acompañado asimismo de un cambio en los correspondientes métodos de solución de estas contradicciones. En segundo lugar la utilización del método de la persuasión no es la «llave de oro» que resuelva de manera automática todos los problemas. El camarada Enver Hoxha subraya frecuentemente la idea de que el método del convencimiento y la educación no es absoluto, que hay ocasiones, momentos y lugares en las que la solución de las contradicciones requiere el conocimiento y la utilización de otros métodos, otras formas y vías.
Paralelamente al método persuasivo y estrechamente vinculado a él en contenido, el método de la crítica y la autocrática ocupa un importante papel en la rica experiencia del Partido para solucionar las contradicciones no antagónicas. Este método, correctamente utilizado, permite descubrir los aspectos negativos en las actitudes y las ideas, pero a la vez contribuye a evitarlos, lo que soluciona la contradicción no antagónica. En el análisis hecho por el Partido y el camarada Enver Hoxha de los criterios que sirven como punto de partida para conocer y utilizar los métodos más correctos y eficaces para solucionar las contradicciones, se ha subrayado la importancia que tiene la comprensión, el tratamiento y la aplicación de estos métodos no aislados y disociados unos de otros, sino ligados y en influencia mutua.
«En la vida, los problemas se resuelven con una diversidad de medidas políticas y económicas, educativas y culturales, organizativas y administrativas». (Enver Hoxha. Informes y discursos 1972-1973, ed. en albanés, pág. 382)
El tratamiento dado por el PTA y la experiencia alcanzada en la solución de las contradicciones en Albania socialista, así como el desenmascaramiento de los puntos de vistas oportunistas y revisionistas modernos representa una valiosa contribución a la defensa y desarrollo de la teoría marxista-leninista. La aplicación consecuente de las enseñanzas de Marx, Engels, Lenin y Stalin sobre las contradicciones y la lucha de clases en el socialismo ha sido y es la piedra angular de la construcción con éxito del socialismo en Albania». (Ismail Lleshi; El Partido del Trabajo de Albania sobre el tratamiento y la correcta solución de las contradicciones en la sociedad socialista, 1984)