Durante los dos últimos gobiernos, tanto en el de Jimmy Morales como en el de Otto Pérez Molina, la cifra de niños con desnutrición crónica y aguda, no solo no se redujo sino que aumentó, hoy es uno de los mayores lastres en el país.
La mortalidad infantil es un referente de salud en cualquier país y Guatemala está muy lejos de reflejar bienestar para sus ciudadanos especialmente los niños.
Guatemala es considerado uno de los peores países para crecer como niño, de hecho hace unos años no se tipificaba el delito de abuso contra menores.
El nuevo Gobierno tiene un gran reto por delante en relación a la niñez y sus problemas. La desnutrición crónica atrofia el desarrollo cognitivo de por vida a quien la padece y es irreversible advierten especialistas en desarrollo humano.
Las políticas de Gobierno del nuevo presidente, Alejandro Giammattei, incluyen un gran fondo para el combate a la desnutrición, un seguro médico para los niños en las escuelas, además de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 100 millones de dolares.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.