No es un reportaje sobre lo que ocurre en un país pobre o en «desarrollo» como dicen los neoliberales/socialdemócratas, es aquí, en la Comunidad de Madrid. Mucha gente se ha encontrado con una realidad devastadora, miles de niños que necesitan comer en el Colegio porque es lo único que podrán comer durante el día. La propia Comunidad de Madrid cifró a este colectivo en 11.500 alumnos, y no encontró mejor idea que en vez de seguir haciendo menús nutritivos y decentes, dar millones a Telepizza y Rodilla para que lleven sandwiches y pizzas a los pequeños.
Los niños, además, adelanta Elplural, deben ir solos a los restaurantes, con el DNI encima, o con los padres y el Libro de Familia. La Comunidad de Madrid ha tomado esta medida después de cancelar los contratos con los comedores escolares, tras el cierre del espacio educativo, que ha provocado el despido o el ERTE de los trabajadores de estos servicios que sí cubrían a la totalidad de la población infantil. Los trabajadores han ofrecido varias alternativas pero la Comunidad se ha negado a ello.