Ante la inocultable evidencia, estos días hasta la prensa más reaccionaria, siempre al servicio del gran capital y alimentada por éste, han tenido que dedicar aunque sea breves espacios de sus medios a reconocer la ingente ayuda de Cuba revolucionaria en varios países del mundo para paliar los devastadores efectos del Covid-19.
Está ayuda, que, al margen del coronavirus, nunca ha cesado en 60 años de Revolución socialista, siempre fue de manera silenciosa y altruista, a pesar del genocida e ilegal bloqueo yanqui que ha impedido el pleno desarrollo de la Isla causando ingente sufrimiento.
Mientras el imperialismo yanqui se dedica a matar y usurpar, la Cuba ideada José Martí y de Fidel (y otras muchas personas) siempre se ha esforzado en justo lo contrario para con el resto de la población mundial más necesitada.
Pasará la crisis generada por el capitalismo en su versión Covid-19. Muchos de los medios reaccionarios que hoy se ven obligados a reconocer la importancia de Cuba para combatir la pandemia (aunque con matices, para no quitarse el sombrero del todo) volverán a descargar todas su tinta y odio de clase contra la Isla irredenta.
Sería bueno que la gente, históricamente manipulada por la falsimedia, recuerde estos aciagos días y el altruista papel desempeñado por Cuba. Sería bueno que se preguntaran, entonces, si en verdad una “dictadura” está llamada a comportarse como Cuba lo está haciendo en estos momentos y siempre lo ha hecho.
Sí, sería bueno recordar que sólo en las películas los yanquis salvan al mundo, y que en la vida real, fuera del celuloide e indiscutiblemente, ese papel lo desempeña el pueblo cubano.
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El pasado día 9 de abril, se presentó en el Parlamento del estado burgués español, una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con la que se pretende regularizar la situación de mas de 500.000 obreros y obreras que son sobreexplotados sin contrato ni protección laboral de ningún tipo, explotados principalmente por la burguesía agrícola patria, si, esa que hace pocos días cortaba carreteras y sitiaba plazas. Estas iniciativas, plausibles, como no, tienen el germen y están preñadas de un humanismo ramplón, que aun cree que, en los márgenes del sistema capitalista, dictadura del capital, esta situación de sobreexplotación, en muchos casos de esclavitud, la resolverán quienes gestionan desde los gobiernos de turno los intereses del capital o desde el parlamentarismo burgués.
Occidente está en un estado de pánico total. Si antes era la paliza que está recibiendo en el país 404, antes conocido como Ucrania, ahora se añade la audaz, aunque telegrafiada, respuesta iraní al ataque a su consulado en Damasco.
Lenin, al criticar la táctica de los mencheviques, pone también al desnudo la táctica del oportunismo internacional, y al fundamentar la táctica marxista en el período de la revolución burguesa y trazar las diferencias entre ésta y la revolución socialista, formula también los fundamentos de la táctica marxista en el período de transición de la revolución burguesa a la revolución socialista.
Cuba rememora hoy la primera gran batalla en defensa del socialismo, en 1961, en respuesta a la invasión de unos mil 500 mercenarios armados, entrenados y trasladados a la isla por Estados Unidos.
Mis análisis sobre la responsabilidad personal de la ex canciller alemana Angela Merkel y del ex presidente francés Francois Hollande en la guerra de Ucrania han suscitado una polémica. Ciertos colegas afirman que yo he inventado ese asunto, que esos ex dirigentes occidentales son inocentes y que yo me hago eco de la “desinformación rusa”.
Esta controversia está lejos de ser casual o trivial. Quienes se empeñan en contradecirme, ignorando para ello la evidencia, tratan de ocultar la culpabilidad de nuestros dirigentes. Al hacerlo, se ponen al servicio de la narrativa occidental sobre la guerra en Ucrania y justifican ese conflicto. Veamos los hechos en los que se basa mi razonamiento y ustedes mismos podrán formarse su propia opinión.
