Se trata de un convoy de 20 camiones cargados con materiales logísticos que se utilizan para fortificar las unidades de ingeniería militar, informó el miércoles por la noche la agencia oficial de noticias siria SANA.
Fuentes locales han confirmada la llegada de los camiones y vehículos blindados estadounidenses a la base militar, en el aeropuerto Jerab al-Yair, en el municipio de Al-Malikiya, precisamente en el noreste de Al-Hasaka (noreste de Siria) y ubicada en una región fronteriza cerca de Irak y Turquía.
SANA denunció que EE.UU. con dicho despliegue “violó una vez más” las normas internacionales. Aseveró, además, que Washington busca reforzar su presencia en la región siria de Al-Jazeera, perteneciente a la provincia de Al-Hasaka, para saquear su petróleo y otros recursos naturales.
El Gobierno de EE.UU., el 20 de octubre del año pasado, bajo el pretexto de “proteger” los pozos de petróleo en el país árabe, se contradijo su anterior decisión de retirar todas sus fuerzas de de Siria, y declaró el despliegue de unos nuevos 500 soldados en esta zona estratégica.
El Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, ha exigido la salida total de todas las fuerzas extranjeras desplegadas en Siria, las turcas y estadounidenses incluidas, pues no cuentan con la debida autorización de Damasco para ello y han complicado, de hecho, la larga lucha antiterrorista, que acaba de cumplir nueve años.
La transferencia de equipos norteamericanos a Siria se produce en momentos en que la coalición militar anti-EIIL, liderada por EE.UU., ha comenzado recientemente a evacuar a sus tropas de varias bases en Irak, entregándolas al Ejército iraquí.