El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea (UE) ha emitido recientemente una alerta grave sobre un exceso de residuos de pesticidas en las naranjas exportadas desde los territorios ocupados por el régimen de Israel.
Esta advertencia surge luego de que las autoridades fronterizas de Finlandia reportaran la llegada de un cargamento de naranjas israelíes que contenían restos de Bromopropilato en una proporción de 0,28 miligramos por kilo, multiplicando por 28 su Límite Máximo de Residuos (LMR), que está establecido en 0,01 miligramos por kilo.
Por eso, los funcionarios finlandeses han procedido a rechazar la mercancía israelí, de modo que han impedido su acceso a los lineales de las tiendas y supermercados para evitar cualquier peligro para los consumidores.
Según la base de datos sobre pesticidas de la UE, la alta presencia de sustancias acaricida Bromopropilat en los frutos podría causar alteraciones gastrointestinales, vómitos, náuseas, diarrea, dolor abdominal, cefalea, dolor de cabeza, agitación y convulsiones.
Asimismo, en el caso de contacto, podría causar irritación en los ojos, piel y mucosas, además de dermatitis, conjuntivitis y lagrimeo.
Los productos israelíes, independientemente de que se produzcan en los territorios palestinos ilegalmente ocupados por el régimen de Tel Aviv, han sido, desde hace tiempo, objeto de llamados a no ser comprados por parte del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), así como de algunas oenegés europeas, que tratan de aumentar la presión económica y política sobre el régimen de Israel.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó el pasado mes de noviembre que los productos originarios de los ilegales asentamientos israelíes se etiqueten como de los territorios ocupados palestinos.
En ese dictamen, la Justicia europea rechazó también las demandas de los productores israelíes frente a una decisión de Francia, según la cual, los altos del Golán y Cisjordania, incluida Al-Quds (Jerusalén), son “territorios” con “un estatuto internacional propio y distinto” del régimen de Israel.