Este año, más que nunca, no es momento de repetir los rituales al uso. No puede ser un día de celebraciones vacías de contenido que se conformen en las referencias al origen de la fecha. Tampoco de promesas con fecha de caducidad en la terminación de la jornada electoral más próxima. Es la hora del agradecimiento a nuestras compañeras y compañeros que trabajan en las distintas tareas necesarias para el buen funcionamiento de la Sanidad Pública y que en esta ocasión se han jugado la vida y la salud , renunciado a buena parte de sus derechos laborales con el objetivo de combatir y eliminar una Pandemia agravada por los recortes a la SANIDAD PUBLICA por parte de quienes han decidido hacer de uno de los derechos fundamentales un lucrativo negocio. Así mismo, el agradecimiento a las compañeras y compañeros trabajadores que siguen a pie del cañón y cuya aportación es esencial, también durante estos días, como educadoras sociales, cuidadoras y en general trabajadoras/es del sector de intervención social, así como trabajadoras del hogar, trabajadoras de la limpieza, repartidores/as, personal de atención en comercios y tiendas, etc. en general a todo trabajador/a que en condiciones precarias y arriesgando su salud va a ganar su sustento para seguir sobreviviendo, con Pandemia o sin ella. No queremos olvidar a nadie…menos a la Policía, militares y a los distintos cuerpos represivos que están ejerciendo un papel fundamental en el recorte de libertades fundamentales y en disciplinar socialmente al proletariado. El confinamiento y las fumigaciones están siendo contra derechos fundamentales de la clase obrera.
Pero no solo han sido los recortes en la Sanidad los que han agravado las consecuencias de una epidemia inesperada. También la nefasta reforma laboral, con sus consecuencias en el paro, la precariedad laboral y en definitiva el empobrecimiento del conjunto de la clase trabajadora en beneficio de la banca, las multinacionales y las grandes fortunas.
Es hora del agradecimiento, pero también es hora de reconocer quienes son los responsables de la crisis económica subyacente que venía como la continuación de la de los años precedentes, con consecuencias trágicas para millones de familias trabajadoras sumidas en una pobreza calculada por parte de quienes fueron sus inductores y ejecutores.
Es hora también de ponerse en marcha y dar sentido a la necesidad vital de la clase obrera de gobernarse por el principio de unidad en la lucha , nacida de las experiencias del pasado, que desde esa clase parasitaria que nos lleva al precipicio han tratado de ridiculizar y menospreciar.
La pelota está en nuestro terreno : recuperar las conquistas sociales y políticas de nuestros mayores, esos abuelitos y abuelitas que lucharon por sus derechos y de sus hijos y por el reconocimiento y avance hacia una nueva sociedad en la que el proletariado ocupe el papel que le corresponde como protagonista indiscutible del devenir histórico.
MOVILIZACIÓN, ORGANIZACIÓN Y UNIDAD EN LA LUCHA.
Totalmente de acuerdo !!!