Cinco días antes de la fallida incursión armada, abogados de la firma Silvercorp enviaron una carta reclamando el incumplimiento de un pago de $1.5 millones adeudado a la firma privada de seguridad que organizó la operación que buscaba capturar al gobernante Nicolás Maduro y sus lugares tenientes.
“La administración de Juan Guaidó tenía previsto pagar a SilvercorpUSA” el adelanto dentro de un plazo de cinco días después que el líder opositor y otros firmaran el contrato de $212.9 millones por la adquisición de servicios de la compañía privada de seguridad, declara la carta con fecha del 28 de abril.
El contrato, cuyos pagos también estaban garantizados por barriles de petróleo venezolano, adquiría los servicios de Silvercorp para capturar a altos funcionarios del régimen de Caracas buscados por la justicia estadounidense, seguido por labores de pacificación del país, incluyendo el desmantelamiento de bandas paramilitares y agrupaciones guerrilleras al servicio de Maduro.
La incursión armada, lanzada el 3 de mayo, fracasó estrepitosamente en medio de señales de que el movimiento había sido infiltrado por el aparato de inteligencia de Maduro. Al menos ocho insurgentes murieron y decenas fueron capturados en la fallida operación, protagonizada principalmente por militares venezolanos disidentes.
elnuevoherald
RUSIA solicitó a la ONU que aborde el intento de invasión a Venezuela
Rusia solicitó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que aborde el 18 de mayo el reciente intento de infiltración armada en Venezuela, reveló a Sputnik una fuente del organismo internacional.
«Rusia ha pedido que el Consejo de Seguridad celebre el lunes, en la segunda mitad del día, una reunión sobre la amenaza a la paz y la seguridad para abordar el intento de intervención armada en Venezuela», dijo la fuente.
De momento, agregó, esas consultas no figuran en la agenda oficial.
Una segunda fuente confirmó que Rusia había solicitado una reunión del Consejo.
El 3 de mayo, las autoridades venezolanas dieron por desbaratado un intento de infiltración de decenas de militantes armados desde Colombia en lanchas rápidas, supuestamente para capturar al presidente Nicolás Maduro.
Ocho sospechosos fueron abatidos y más de 40 capturados, entre ellos dos nacionales estadounidenses, Luke Denman y Airan Berry, a los que Caracas identificó como guardias de seguridad del presidente Donald Trump.
Washington y Bogotá niegan su implicación en estos eventos.
El Gobierno venezolano envió el 13 de mayo una carta al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, para denunciar el apoyo de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos a la fallida incursión marítima.
El embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, solicitó que el Consejo de Seguridad celebre consultas urgentes, reconozca que «la agresión perpetrada por los gobiernos de Bogotá y Washington contra Venezuela, entre el 3 y el 4 de mayo de 2020, fue un ataque armado que intentó atentar contra la paz y la seguridad» de su nación y de la región, y emita una declaración de condena al uso o la amenaza del uso de la fuerza en todas sus formas y manifestaciones contra Venezuela.
Sputnik
