Los países europeos deben estar preparados ante una eventual segunda ola de infecciones por coronavirus, probablemente más mortal, porque la pandemia no ha terminado. Así lo ha advertido en una entrevista con The Telegraph el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, que recordó a los países que comienzan a aliviar las restricciones que nos encontramos en «un momento de preparación, no de celebración».
Kluge enfatizó que, aunque el número de casos de covid-19 en países como Reino Unido, Francia e Italia comienza a disminuir, eso no significa que la pandemia esté llegando a su fin. El epicentro del brote europeo se encuentra ahora en el este, con un crecimiento del número de casos en Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán, advirtió.
Los países deberían aprovechar este tiempo y comenzar a fortalecer los sistemas de salud pública, reforzando, asimismo, las capacidades en hospitales, la atención primaria y las unidades de cuidados intensivos, aseguró el representante de la OMS.
¿Una ola doble?
Por otro lado, Kluge no descarta la posibilidad de que una segunda ola pueda coincidir con un brote de otras enfermedades infecciosas. «Estoy muy preocupado por una ola doble: en otoño podríamos tener una segunda ola de covid y otra de gripe estacional o sarampión», señala el especialista.
Kluge recuerda, además, que, como ya ha ocurrido a lo largo de la historia, los países que no han sido afectados por una pandemia desde el principio pueden ser afectados en una segunda ola. «¿Qué vamos a ver en África y Europa del Este? Están detrás de la curva, algunos países dicen: ‘No somos como Italia’ y luego, dos semanas después, ¡boom!», dijo el director de la OMS para Europa, vaticinando que, desafortunadamente, estos países «pueden ser golpeados por una segunda ola», por lo que —recalca— «tenemos que ser muy muy cuidadosos».
«Nada ha cambiado»
Kluge también apuntó que, ante la falta de tratamiento o de vacuna, cualquier alivio de las restricciones debe realizarse de forma «gradual y cuidadosa». «La gente piensa que el encierro ha terminado. Nada ha cambiado», alertó, agregando que «el paquete completo de control de enfermedades debe estar en su lugar», siendo ese «el mensaje clave».
Finalmente, el jefe regional de la OMS subrayó que la salud debería estar ahora «en la parte superior de la agenda» política, ya que «donde no hay salud, no hay economía».