La Junta de Andalucía, con sus políticas neoliberales, comete un acto de injusticia con las personas más desfavorecidas. El 1 de junio tiene intención de cerrar unas 450 plazas, aproximadamente, de centros de protección destinados a albergar a Menores Extranjeros No Acompañados.
Para llevar a cabo este cierre de plazas utiliza el argumento más vil y repugnante que podía utilizar: “dada la situación sobrevenida de crisis social y humanitaria derivada de la pandemia del COVID-19 se ha hecho necesario una reprogramación presupuestaria para atender a la población afectada directamente por la paralización de la actividad económica y la consecuente falta de ingresos para la atención a las necesidades más básicas. Abocando esto a la población a una grave y profunda crisis social; especialmente aquellos sectores de la población más vulnerables”. Con este argumento la Junta de Andalucía pretende sustentar su decisión enfrentando pobres contra pobres.
Lo que la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación no dice que va a hacer con estos 450 menores que va a dejar sin servicio.
Las leyes internacionales a los que España está sujeta impide abandonar en la calle a menores de edad, independientemente de su nacionalidad. Aún más grave es cuando estos menores están tutelados por la Administración Autonómica y es esta administración la que debe velar por su seguridad.
La reubicación de estos menores en otros centros es muy complicada ya que la mayoría de los centros se encuentran al máximo de su capacidad y en muchos casos la sobrepasan abiertamente. Estos menores son la población más expuesta en nuestra sociedad, y por lo tanto exponerlos como “chivo expiatorio” de las consecuencias económicas la crisis económica provocada por la pandemia es repugnante y da alas al fascismo.
Siempre habrá voces de quien diga que “primero los de aquí” pero ¿Qué piensan que van a hacer estos menores cuando estén en la calle sin recursos? ¿creen que van a desaparecer?.
Por otro lado, España es un país demandante de mano de obra extranjera, son muchas las cosechas que no van a recogerse por falta de mano de obra.
Otra cuestión importante es el envejecimiento de la población, hay estudios que dictaminan que España necesita la llegada de cuatro millones de extranjeros para soportar la estructura económica del país.
Así que, si no lo hacen por humanidad, háganlo por propio egoísmo, pero no dejen a estos niños en la calle.
“Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social” Artículo 25.2 Declaración Universal de los Derechos Humanos