Contra la extrema derecha
¡Las calles son nuestras!
¡Basta de mordazas!
Estos días estamos viendo el espectáculo de la derecha y extrema derecha, los barrios con mayor renta saliendo a la calle con total hipocresía pidiendo libertad: quieren que se abran sus negocios y empresas, pero ponen sus ganancias por delante de la vida de la mayoría de las trabajadoras y trabajadores. Pero somos nosotrxs, lxs que tenemos nuestros propios motivos para salir a las calles.
Nos sumamos, y mostramos nuestra más absoluta solidaridad, a las distintas organizaciones sociales y políticas de la izquierda madrileña que han denunciado la tolerancia del gobierno a las movilizaciones de la extrema derecha de este sábado 23, mientras se le prohíbe manifestarse a la izquierda ese mismo día. Es indignante que mientras a los ricos del barrio de salamancas de Madrid se les tolera, a la clase trabajadora y sectores populares se nos hace pagar la crisis.
Mientras a las grandes empresas, con el paraguas del gobierno, se les regala millones de euros a los y las trabajadoras se nos descarga la crisis sobre nuestras espaldas con ERTES, ERES o rebajas salariales. Frente a la extrema derecha que pide “libertad” para seguir abriendo sus negocios y seguir explotando, tenemos que rodear de solidaridad todos los conflictos de las y los trabajadores. Un buen ejemplo de esto es la huelga de la plantilla de Nissan en Barcelona frente a la amenaza de cierre dejando a miles en la calle.
La mejor manera de luchar contra la extrema derecha es saliendo a las calles las y los trabajadores, la juventud, los y las migrantes, sin ceder al mal menor de este gobierno y exigiendo medidas urgentes para que la desescalada sea un proceso racional y en favor de la clase trabajadora: por eso exigimos la expropiación sin indemnización de la sanidad privada y las farmacéuticas y un refuerzo de la sanidad pública (ya está bien de hacer negocio con nuestras vidas), tests y mascarillas gratuitas para todos (no vamos a seguir trabajando para que se enriquezcan mientras nos jugamos la vida), y la intervención inmediata y nacionalización sin indemnización de las residencias de mayores (porque no estamos dispuesto a seguir viendo escenas tan terribles como las de nuestros mayores hacinados, o un personal desbordado y sin medidas de seguridad) o una renta de cuarentena porque cada vez son más los que no saben cómo van a pagar la comida a fin de mes.
Y que no nos digan que no hay dinero, porque lo hay, lo que hacen falta son más impuestos a las grandes fortunas y grandes empresas y la nacionalización de la banca para la suspensión de la deuda que desde luego no es nuestra. Tenemos que salir a exigir la prohibición de los despidos y a decir que basta ya de controles policiales y hostigamiento a los barrios populares, que ya van casi un millón de multas, más que en 4 años de ley mordaza.
Solo así, con la clase trabajadora pasando a la ofensiva podremos construir la fuerza social capaz de enfrentar a la extrema derecha, sí, pero también imponer una salida obrera y popular a la actual crisis.