El vuelo 655 de Iran Air, un Airbus A300 con 290 personas a bordo, fue derribado el 3 de julio de 1988 por un misil disparado desde el crucero estadounidense USS Vincennes mientras volaba sobre el Golfo Pérsico desde Irán a la ciudad de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
La víspera de la conmemoración del 32.º aniversario de la tragedia, el Ministerio de Exteriores de Irán ha expresado este jueves vía Twitter su repudio a ese crimen atroz.
La Cancillería persa ha denunciado que EE.UU. no respeta los derechos humanos. “Qué son los derechos humanos de Estados Unidos? Respuesta: ¡Compromiso incomparable para matar personas!”, se lee en el tuit.
El “Golfo Pérsico ha sido testigo de crímenes de Estados Unidos en la región”, agrega el Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, al tiempo que recuerda que el derribo del avión iraní fue un acto “deliberado” del barco de la Marina estadounidense.
La Cancillería iraní ha denunciado que pasados 32 años desde esa tragedia “Estados Unidos aún no se ha disculpado ni avergonzado”.
Las autoridades estadounidenses justifican que sus oficiales habían confundido el avión civil con un avión de combate iraní, Tomcat F-14.
Washington no solo nunca ha pedido perdón a los familiares afectados por el disparo de su flota lanzamisiles, sino que concedió una medalla de honor al capitán del USS Vincennes.
Este jueves, los familiares de las víctimas del incidente y funcionarios en la sureña provincia de Hormozgan, en conmemoración del aniversario de la tragedia que enlutó al país persa, desde botes han arrojado flores a las aguas del Golfo Pérsico donde cayó el avión.