Con el lema “Gure kaleak eta eskubideak defendatuz, euskal herria eraiki!”, la agrupación de jóvenes ERNAI, se ha movilizado desde el puente de San Antón en Bilbao, recorriendo las calles del Casco Viejo, y finalizando en el Arenal tras pasar brevemente cerca del Ayuntamiento.
Conscientes de que la pandemia nos ha golpeado con fuerza a todas y a todos, y que el Covid-19 ha cambiado radicalmente nuestro día a día. Desde Ernai denuncian el Capitalismo como la causa por la que se han tomado una serie de medidas sanitarias siguiendo unos intereses de clase concretos.
Por ello, denuncian que la salud es un derecho, no la excusa para vulnerar todos los derechos y libertades políticas. Ahora que la precariedad de los jóvenes se va a seguir incrementando, no van a permitir que se vulneren los derechos de hacer, de reunirse y de manifestarse en su labor política.
Defienden una sanidad pública, universal, gratuita y de calidad. Tras 6 meses largos de pandemia, la sanidad pública está totalmente colapsada, las trabajadoras a las que se aplaudían desde los balcones están en huelga, mientras las prioridades del Gobierno Vasco siguen siendo el TAV, la Torre Bizkaia, Super Sur… y etcétera. “Es hora, más que nunca, de defender los servicios públicos mínimos”.
No aceptan la criminalización contra las personas jóvenes que las señala como las culpables de la propagación del virus. A pesar de que cada mañana veamos imágenes como la del transporte público abarrotado de trabajadoras, y además “las macrofiestas de los ricos y el baile entre Urkullu y Rivera. ¡Imprudencia, la vuestra!“, denuncian.
Desde la agrupación juvenil van a defender la ciudad, los barrios y las calles. Porque es la hora de poner el cuidado en el centro y proteger y organizar la comunidad. Al igual que ya se hizo durante el confinamiento con las redes solidarias, “respondiendo en el día a día a las necesidades materiales de quienes más lo necesitan”, aseguran.
“¡Que la crisis la pague el capital! Y que se reparta la riqueza”. En un momento en que la juventud en concreto y el pueblo trabajador en general es cada vez más pobre y precario, las grandes empresas y multinacionales crecen y crecen. Convirtiendo las necesidades mínimas en negocios por un lado y recibiendo el dinero de las instituciones públicas por otro. “¡No les dejaremos!“, sentencian.
“¡Ya vale!”. Desde Ernai afirman que “es hora de levantarse, de saltar del enfado a la activación y a la organización”. Porque la vida es lo más grande y las vidas son nuestra elección. Por lo tanto, “venga lo que venga, es la hora de juntarse y responder. Venga lo que venga, es hora de organizarse y luchar”, concluyen.
fuente: Ecuador Etxea