En un informe publicado el martes, el Banco Mundial (BM) advierte que la devastadora guerra saudí contra Yemen ha provocado pérdidas de vidas y desplazamientos. Se han destruido carreteras y puentes, se han dañado las líneas eléctricas y se ha interrumpido la producción de petróleo y gas, agrega.
Además, prosigue, la crisis alimentaria, agravada por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y ante el aumento de los precios mundiales de los alimentos, amenaza la vida de millones de yemeníes.
En reacción a dicho reporte, el presidente del Comité Supremo Revolucionario yemení, Muhamad Ali al-Houthi, ha denunciado este viernes que el asedio impuesto por 17 países contra Yemen ha causado que 2 millones de niños yemeníes sufran desnutrición.
En un mensaje difundido en Twitter, Al-Houthi ha acusado a EE.UU. de la crisis humanitaria que sufre Yemen, país devastado por la brutal campaña militar que llevan a cabo Arabia Saudí y sus aliados desde marzo de 2015.
Ante tal situación, el funcionario ha subrayado la necesidad de que el pueblo yemení utilice todos los medios a su alcance para hacer frente a “este terrorismo internacional de EE.UU. y sus aliados” contra Yemen.
Yemen lleva lidiando con una grave situación humanitaria desde hace más de cinco años, cuando comenzó la campaña de bombarderos y bloqueo de Riad, que cuenta con el apoyo de ciertos países occidentales y regionales. Es más, el régimen de los Al Saud no cesa su agresión contra el país más pobre del mundo árabe, incluso en medio del virus mortal.
Debido al sufrimiento de su pueblo, Yemen pide a los organismos internacionales que tomen medidas prácticas para obligar al régimen saudí a poner fin a sus crímenes en ese país.
