La Habana, 27 ene (Prensa Latina) Plantado una y otra vez desde enero de 1924, el olivo de la Colina El Fortín cambió el nombre y el futuro de un paraje habanero erigido como homenaje perpetuo a Vladimir Ilich Lenin.
Desde 1984 el sitio en el poblado de Regla, adoptó el nombre de Museo Colina Lenin, confirmó hoy a Prensa Latina la veladora del lugar Bertha Clara González, fundadora del complejo escultórico, declarado Monumento Nacional desde su creación.
El olivo de Cuba representó un gesto simbólico para este Gran Ciudadano del Mundo, recuerda González al citar esa distinción conferida a Lenin por el entonces alcalde de Regla Antonio Bosch en Decreto del 24 de enero de 1924.
Tres días después, en el sepelio cubano, Bosch junto al pueblo plantó el Olivo a las cinco de la tarde y pidió dos minutos de silencio, sentido desde fábricas, transportes y comercios a fines con el líder de la Revolución de Octubre.
Un olivo arrancado en varias ocasiones por las dictaduras en Cuba antes de 1959, y vuelto a plantar una y otra vez por los trabajadores del ultramarino pueblo, relata Bertha Clara González a Prensa Latina.
Bosch reunió a personalidades políticas y obreras del país con discursos en los que exhortaba al estudio de la obra de Lenin, a quien consideró como uno de los hombres más importantes de la humanidad, precisa González.
Además de la esfinge, el complejo muestra esculturas que recuerdan a quienes ofrendaron sus vidas el 1 de mayo de 1930 para preservar este gesto a la memoria de Lenin, una tarea a la cual se consagró Bertha González.