Cientos de estudiantes y profesores marcharon el 4 de febrero por las calles de Atenas hasta el Parlamento de Grecia para mostrar su rechazo al plan de introducir una Policía especial en las universidades, entre otros cambios que contempla la nueva ley de educación actualmente en debate. Varios manifestantes fueron detenidos en los enfrentamientos con los agentes, durante los cuales se produjeron lanzamientos de piedras y de cócteles molotov.