Sus huestes justifican (cada vez con más frecuencia, incluso los sospechosos silencios como lo ocurrido en Linares, donde no ha habido una sola crítica al ministerio del Interior) que Unidas Podemos forma pare del gobierno pero que son minoría y no pueden hacer otra cosa. Recuerda a esos ejecutivos de Austria o Alemania que comparten conservadores y socialdemócratas, y que para hacer el paripé se rompe unos meses antes de las elecciones, en la campaña se disputan qué ministerios lo ha hecho mejor, y tras las votaciones vuelta al acuerdo. Un teatro del que Bertolt Brecht hubiera sacado tajada creativa, y que opera como un bucle solo para pueblos anestesiados.
Alberto Garzón (ministro, IU)
Hoy un cantante será detenido y llevado a la cárcel tras ser condenado por unos tuits. Estamos ante un síntoma de déficits democráticos graves. Y quienes lo niegan hacen flaco favor a lo que sí funciona bien de la democracia española, que es mucho también.
Pablo Iglesias (vicepresidente del gobierno, Podemos)
El rapero Pablo Hasel está siendo detenido. Todos aquellos que presumen de esta «plena normalidad democrática» y se consideran progresistas, deberían sentir vergüenza. ¿Se taparán los ojos? No hay progreso si nos negamos a reconocer los déficits democráticos actuales.
¿Imaginamos si esta misma detención hubiera ocurrido con un gobierno, por ejemplo, de PP/Vox? ¿Cuántas movilizaciones y ruedas de prensa hubieran convocado?