Mientras muchos usuarios no podían encender la calefacción en el peor invierno que muchos recordamos, la compañía energética Endesa amasaba un beneficio neto atribuido de 1.394 millones de euros, lo que supone un aumento del 715% respecto a 2019. Las leyes a medida y la connivencia de los Gobiernos gracias a las puertas giratorias que recolocan a los políticos que favorecen a estas empresas con suculentos sueldos vitalicios provocan que miles de usuarios sufran duramente las consecuencias de no poder acceder a recursos energéticos básicos para que una minoría se lucre de modo obsceno.
Endesa ha ganado 1.394 millones de euros en 2020, frente a los 171 millones de 2019, tras sufrir un deterioro contable de 1.873 millones en 2019 por el cierre de las centrales de carbón. El beneficio ordinario neto fue de 2.132 millones, lo que supone un 36% más, siendo esta cifra la base para el reparto del dividendo, que superará las previsiones anunciadas al mercado al elevarse hasta los 2,014 euros por acción, un 37% más que el año anterior y un 6% más de lo previsto.
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El gran negocio de la electricidad en España
