¡Mujeres como esclavas nunca más! Es el grito de batalla que debe retumbar en todos los rincones del planeta este 8 de Marzo, cuando se recuerda a 129 obreras que por exigir mejores condiciones laborales a través de la huelga, fueron incineradas por el patrón en 1908, lo que generó un gran movimiento de mujeres en el mundo y la decisión dos años después, en el Congreso de Mujeres Socialistas, de declararlo Día Internacional de la Mujer remarcando que la lucha por su emancipación está indisolublemente unida a la lucha por la emancipación de la clase obrera.
Este 8 de marzo se conmemora en medio de la lucha de los pueblos en el mundo, a pesar de las medidas de confinamiento que los estados impusieron, dizque para proteger la vida de las personas contra la pandemia, pero eso no impidió la protesta, la cual tuvo en muchas partes como protagonistas a las mujeres. Pero también se conmemora en medio de los bombardeos a Siria que el imperialismo, con la cara democrática de Biden, está realizando por estos días; de los ataques constantes a Palestina, la guerra contra el pueblo del Kurdistán, Yemen, India, Turquía, etc. Con la persistente expoliación, a través de las compañías imperialistas no solamente de Estados Unidos, sino Europa, China, Rusia, en países de América Latina, Asia y África. Con los despidos masivos que en el mundo se han dado con la excusa de la pandemia, cuando en realidad están paleando su crisis económica y echándola a cuestas de los trabajadores. Con la ineptitud de los Estados para atender la pandemia; el infame negocio de las farmacéuticas con las vacunas contra la covid-19… en fin, hechos que han agravado la situación económica y social de los pueblos en el mundo, pero peor aún para las mujeres, pues además del hambre, la superexplotación, la discriminación salarial y las dificultades para acceder a la salud, educación, servicios públicos… el desplazamiento, la opresión política y el terror estatal que asesina a sus seres queridos… las mujeres tienen que padecer la opresión patriarcal en formas atroces como la violencia intrafamiliar, los feminicidios, las violaciones, y en algunos países la negación y pérdida de sus derechos políticos, pues son asesinadas por protestar, mientras en otros, con la movilización conquistan reivindicaciones como la del aborto, que serán una mera formalidad si su cumplimiento no es exigido con la lucha directa de los trabajadores.
Ante tal escenario solo hay un responsable, que gracias a la pandemia se reveló con mayor claridad, el capitalismo imperialista; sistema social que incrementó la condición de doble opresión y explotación que viven las mujeres, haciendo más pesada la doble carga que llevan sobre sus hombros: la opresión y explotación del sistema capitalista y la de sus compañeros.
Liberarse de la doble opresión y explotación que recaen sobre las mujeres, especialmente las obreras y campesinas, no puede hacerse por separado, ni primero una y luego la otra. Puesto que en palabras de Bebel, dirigente obrero alemán ¡La mujer y el trabajador tienen en común su condición de oprimidos!, y ¡La emancipación de las mujeres forma parte de la liberación del proletariado! El enemigo común es la propiedad privada sobre la que se sustenta el sistema, base económica que refuerza el patriarcado y no da garantías económicas, sociales ni políticas para que las mujeres se emancipen; la misma situación que en común viven los hombres obreros excepto que ellos no sufren la opresión machista pues son quienes la ejercen contra las mujeres.
Y ahí está la otra cuestión importante, los hombres obreros y campesinos, que son víctimas de este sistema, deben comprender que su lucha no puede ganar si las mujeres no participan en ella, y ellas no participarán si no existe una labor consciente en las organizaciones de masas, sindicales, políticas contra el machismo, y el esfuerzo por plenas garantías para que ellas participen activamente en la lucha; la ausencia de estas prácticas ha facilitado que muchas de ellas se enfilen en organizaciones del feminismo burgués que atacan el patriarcado, pero desligado del combate contra el sistema capitalista, o peor aún, que muchas se alejen de su lucha de clase.
Lo que corrobora la situación actual es simple, el capitalismo debe ser enterrado, las clases parásitas explotadoras y su Estado no van a garantizar la emancipación de la mujer ni la de la clase obrera; por el contrario, cada día empeoran las condiciones económicas del pueblo, cada día los Estados reaccionarios muestran su descarada anuencia y participación en la violencia que viven las mujeres y los niños, cada día pisotean los pocos derechos políticos reales que las mujeres del pueblo han logrado, pues algunos como la participación femenina en las instituciones del Estado opresor, no ha servido para nada a las mujeres obreras y campesinas.
Por eso hoy, en Colombia las mujeres y hombres conscientes llamamos a las mujeres y al conjunto de la clase obrera a luchar por acabar el sistema de opresión y explotación. En concreto y de inmediato es necesario mejorar las condiciones económicas y sociales de las mujeres, cuyas reivindicaciones están contempladas en la plataforma de los Comités de Lucha y que debe ser conquistada con el Paro General Indefinido.
También llamamos a las mujeres conscientes a formar parte de la construcción del Partido Comunista Revolucionario, dispositivo necesario para avanzar en la revolución, dirigiendo la lucha por la destrucción del Estado burgués y la instauración del nuevo Estado dirigido por los obreros y campesinos, que lleve a cabo el programa socialista para garantizar el comienzo del fin de la opresión de la mujer, comenzando por abolir la propiedad privada, mejorar las condiciones económicas de la mujeres, la socialización de los oficios del hogar y la crianza de los hijos, el derecho al aborto con todas las garantías, la protección colectiva y real a las mujeres en peligro de violencia machista, campañas de reeducación para los hombres y todo lo que sea necesario para garantizar la plena y real igualdad de la mujer en todos los aspectos de la sociedad.
¡Viva la mujer combativa y revolucionaria!
¡Mujeres como esclavas nunca más!
¡La emancipación de la mujer, hace parte de la emancipación del proletariado!
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Marzo 2021