El Servicio de Seguridad e Inteligencia de Yemen mediante un comunicado emitido el viernes informó de que habían podido descubrir los escondites del grupo takfirí Al-Qaeda donde celebran sus reuniones, así como sus depósitos de armas y almacenes de suministro, según la televisión estatal yemení Al Masirah.
De acuerdo con la nota, dichos escondites son algunos hoteles ubicados a unos 120 kilómetros al oeste de la capital yemení, Saná.
El informe reveló la ubicación de los campos de entrenamiento y rehabilitación pertenecientes a terroristas de Al-Qaeda, y enfatizó en las relaciones de los terroristas con milicias respaldadas por Arabia Saudí leales al expresidente fugitivo de Yemen, Abd Rabu Mansur Hadi.
La inteligencia yemení señaló que distribuirá su informe detallado, incluyendo mapas y coordenadas, entre varios medios de comunicación locales y extranjeros.
A su vez, el presidente del Equipo Integral de Reconciliación Nacional y Solución Política, Yousef Abdulá al-Fishi, dijo que hombres armados yemeníes leales a Hadi y extremistas takfiríes, como grupos terroristas de Al-Qaeda y Daesh que estaban cerca de Marib, han desplazado a los lugareños y han usurpado sus residencias.
El país más pobre del mundo árabe, durante estos seis del inicio de guerra, no solo ha cedido a la voluntad de Riad y sus aliados, sino que ha cosechado logros importantes en el campo militar, lo que le ha capacitado para cambiar el equilibrio del poder a su favor. Efectivamente, las fuerzas yemeníes han advertido que no dejarán sin respuesta los actos violentos de los enemigos saudíes y sus mercenarios, destacando su “disuasión equilibrada” frente a Riad.