En un discurso ofrecido el lunes con motivo del Día Internacional de la Mujer, Ortega instó a observar las estadísticas en países con mucha riqueza, pero donde se cometen los mayores crímenes contra las mujeres y los niños, además de reinar una cultura “machista”.
“En países europeos estamos viendo cómo persiguen, cómo detienen, golpean, a los que salen a reivindicar sus derechos, y esos no salen armados […] en Europa, todos los días asesinan mujeres ahí, pero claro, como es Europa o como es EE.UU., no se rasgan las vestiduras, ahí se cometen más crímenes contra las mujeres”, fustigó el mandatario de Nicaragua.
Del mismo modo, Ortega advirtió que en dichos países desarrollados el racismo aún sigue vivo y recordó que los esclavos iban encadenados desde África a Estados Unidos, en operaciones que eran tildadas de comerciales.
“Como quien traslada ganado, lo concentraban los colonialistas […] Tenían oprimidos a los pueblos africanos. Los tenían intervenidos y se sentían dueños de los pueblos africanos. Los europeos, que son los mismos. EE.UU. no es más que Europa robando territorio en nuestra América, asesinando a nuestros antepasados”, puntualizó.
En otra parte de su discurso, el presidente aseguró que en Nicaragua se respetan los derechos humanos y, en relación al cuestionamiento de una ley que impone penas de cárcel a quienes publiquen noticias falsas, denunció la intervención de EE.UU. y Europa en los asuntos de Nicaragua.
“Aquí hay libertad de expresión, ah, pero vienen los yanquis, diciendo que no hay libertad de expresión, vienen los europeos diciendo que aquí no hay libertad de expresión, aquí cada quién dice lo que quiere […] allá los meten presos acusados de terrorismo”, subrayó.
Nicaragua es uno de los países, cuyo Gobierno, EE.UU. busca cambiar, tal como ha admitido públicamente. En tanto que esas naciones, incluidas Venezuela y Cuba, defienden su soberanía y enfrentan abiertamente el imperialismo.
En el marco de dicha campaña, también adoptada por la Unión Europea (UE), Washington y sus aliados pretextan supuestas violaciones de derechos humanos, como una estrategia para presionar a los países que no siguen sus políticas. Esto mientras, las medidas coercitivas dificultan la vida de los pueblos.
