Esta semana se cumplieron 10 años desde el inicio de las revueltas contra el Gobierno de Bashar al Assad en Siria. Las protestas se convirtieron en una guerra civil, haciendo que el conflicto escalara internacionalmente. Sea combatiendo a terroristas o resguardando sus intereses nacionales, se unieron a la lucha Rusia, EE.UU., Turquía, Irán y otros países. En opinión del analista internacional Alberto García Watson, Washington favoreció durante todo el conflicto sirio a los grupos terroristas.
