Sí existe una buena alternativa al canal de Suez: la Ruta Marítima del Norte, que es 7.000 kilómetros más corta.
Esta vía, que bordea la costa norte de Rusia a través de los mares del océano Ártico, puede reducir significativamente los trayectos de Europa a Asia y también tiene ventajas desde el punto de vista ecológico.