El secretario del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Mariscal Ri Pyong Chol, publicó el día 26 de marzo la siguiente declaración:
El reciente lanzamiento de ensayo del proyectil teledirigido táctico de nuevo tipo es un proceso al que se ha pasado para alcanzar las metas políticas de las ciencias de defensa nacional, presentadas por nuestro Partido y gobierno a fin de fortalecer la capacidad defensiva del Estado, deviniendo una acción perteneciente al legítimo derecho a la autodefensa de un Estado soberano.
Nos vemos obligados a disponer la perfecta fuerza física para defender con firmeza la seguridad de nuestro Estado en la situación actual en que el Sur de Corea y EE.UU. crean constantemente la amenaza militar en la Península Coreana recurriendo persistentemente a los peligrosos ejercicios de guerra y la introducción de armamentos sofisticados.
Expresamos seria preocupación por el hecho de que el mandatario estadounidense expuso sin tapujos su extremadamente habituada hostilidad a la RPDC calificando de violación de la «resolución» de la ONU la rutinaria prueba de armamento que corresponde al derecho a la autodefensa de nuestro Estado.
Tal discurso del presidente norteamericano constituye una violación y provocación abiertas al derecho a la autodefensa de nuestro Estado.
Deviene de una lógica de bandido, la insistencia de EE.UU., en que éste sí puede introducir a cualquier hora en la Península Coreana las propiedades estratégicas nucleares y lanzar los misiles balísticos intercontinentales, y la RPDC, su contraparte beligerante, no debe realizar, siquiera, la prueba de un arma táctica.
Recordamos exactamente las alocuciones que se pronuncian en cada oportunidad en Washington, después del cambio del poder para ofender la soberanía y dignidad de nuestro Estado, describiéndolo como la más grave «amenaza para la seguridad».
La postura belicosa del nuevo poder norteamericano nos enseña cuál es la vía que debemos emprender y nos hace comprender, una vez más, lo justo de lo que tenemos que hacer.
No estamos desarrollando, nunca, armamentos para atraer la atención de alguien o influenciar sobre su política.
Si es «defensivo» el ejercicio de guerra que EE.UU. libra en el patio delantero de la contraparte beligerante allende el Océano, nos toca también el legítimo derecho de la autodefensa, para detener la amenaza militar de EE.UU. en el mismo territorio de éste.
Opino que el nuevo poder norteamericano dio, evidentemente, un mal comienzo.
Si sigue lanzando palabras imprudentes sin meditar de sus consecuencias, EE.UU. puede encararse con una cosa desagradable.
Conocemos bien lo que tenemos que hacer.
Seguiremos preparando el potencial militar más perfecto y predominante.
ACNC
Muy bien expuesto todo lo dicho en ese comunicado de Corea del Norte en el legítimo derecho de defensa de sus intereses.