Va un año de pandemia provocada por la Covid-19, y los explotadores han sabido aprovechar al máximo esta situación; protegidos por su Estado con el gobierno de Duque al frente, han tenido las manos libres para hacer de las suyas e incrementar considerablemente sus ganancias llevándose por delante a todo el pueblo trabajador; han aprobado y siguen presentando proyectos de Ley y reformas terriblemente lesivas para los explotados.
Todo eso ha empeorado las condiciones de vida de la inmensa mayoría, exacerbando mucho más las contradicciones entre las dos clases antagónicas de la sociedad: el proletariado y la burguesía. Pero también ha incrementado las razones para que esas contradicciones estallen en un gran choque; desafortunadamente siguen presentes esos elementos ―el oportunismo, el reformismo y los politiqueros― que sirven de freno a los grandes levantamientos contra el enemigo de clase, haciendo juiciosos su trabajo de aprovechar el descontento de las masas para desviarlo por el camino de la confianza en el Estado, de la conciliación y la concertación.
Estos elementos que hacen parte del Comité Nacional de Paro, se encargaron de frenar el auge de masas a finales de 2019 y comienzos de 2020, haciéndole un gran favor a los explotadores; y hoy cuando las condiciones son muchas más que en aquel entonces para un gran Paro General Indefinido, cuando de nuevo las masas se toman las calles y se lanzan a la lucha contra el régimen, solo se atreven a convocar una nueva jornada de 24 horas para el 28 de abril, autonombrándose de nuevo los dirigentes, dando la apariencia de que son ellos quienes reactivan la movilización y la protesta social y por tanto, son los autorizados para determinar qué hacer, desconociendo que el pueblo se ha manifestado y movilizado durante todo el tiempo, y han sido de nuevo las masas populares movilizadas desde distintos sectores, quienes los han obligado a decir que han “acordado un plan de trabajo para preparar de verdad el paro nacional del próximo 28 de abril”; ha sido la presión de la base y de los revolucionarios la que les ha obligado a declarar de dientes para afuera: “Pasemos del discurso a los hechos…” para nuevamente atravesarse, no organizar y “preparar de verdad el paro nacional”, convirtiendo otra vez el “paro” en una jornada más que no ocasionará ningún daño al bolsillo de los capitalistas, ni enfrentará de verdad la máquina de opresión y explotación, que es el Estado burgués, haciéndole nuevamente el favor a las clases dominantes y al régimen de apaciguar la indignación y rebeldía del pueblo.
El pueblo necesita ir a un paro que de verdad pare la producción, el Paro General Indefinido que se debe preparar y organizar desde las bases, no como la jornada del 28 de abril definida por arriba por los burócratas de las centrales sindicales y sus amigotes. ¿Dónde está el sentir y la verdadera democracia, la del pueblo, para tomar esas decisiones y construir el plan y el pliego o plataforma? Estos personajes le tienen miedo a la democracia directa del pueblo porque saben que en un evento democrático serán desplazados por ser vende-obreros, por eso siguen actuando como siempre, aplicando sus métodos de dirección burgueses, lo que les ha llevado a aumentar su desprestigio y desconfianza ante las masas.
El 28 de abril no irá más allá del desfile, pretendiendo encaminar el descontento y la ira del pueblo hacia la farsa electoral del 2022, para la cual se prestan los dirigentes que desde el Comité Nacional de Paro, posan de defensores de los derechos de los trabajadores. Evidentemente no existe la misma idea entre los integrantes del CNP y las grandes masas luchadoras respecto al camino a seguir para conquistar y defender los derechos; los primeros han hecho su trabajo para desvirtuar y apagar el verdadero paro, a pesar de haber magníficas condiciones; las segundas siguen avanzando por la vía correcta, la de la lucha directa ganando confianza en su propia fuerza y con independencia; aunque los primeros hablan de la necesidad de la unidad, lo hacen pensando en que las masas sigan creyendo que desde el Estado burgués, terrateniente y pro-imperialista, habrá solución a las grandes calamidades ocasionadas por los explotadores; las segundas y los obreros revolucionarios están seguros que se necesita la unidad consciente, por la base y al calor de la lucha avanzando en la preparación del Paro General Indefinido, para frenar y hacer retroceder al Estado de los ricos y sus instituciones cuya cascada de leyes y reformas perjudican cada día más a todo el pueblo trabajador mientras que los grandes monopolios acumulan riquezas a manos llenas.
El 28 de abril, es una fecha próxima a conmemorar un año más de la ejemplar lucha de los obreros en Chicago en 1886, el Primero de Mayo Día Internacional de la Clase Obrera; por eso este día, los explotados y oprimidos en honor a los hermanos de Chicago, deben sobrepasar las pretensiones de los señores dirigentes del Comité Nacional de Paro, y hacer una gran jornada de lucha y resistencia para continuar en la preparación del Paro General Indefinido, porque hace 135 años los obreros enseñaron que solo uniéndose como clase que no tienen nada que perder excepto sus cadenas y sin considerar credos, nacionalidades, razas y sexo, lograrán la fuerza para enfrentar a sus enemigos.
Se sabe que los explotadores tienen a su disposición toda la fuerza represiva del Estado para tratar de aplastar la rebeldía del pueblo y que al menor asomo de un verdadero paro inmediatamente lanzarán todo su arsenal; pero no se pueden olvidar las palabras de un dirigente de las huelgas en Chicago cuando iba a ser ahorcado por decisión del juicio amañado que la burguesía norteamericana montó para castigar el atrevimiento de los explotados de haberse levantado a exigir las ocho horas de trabajo: “Si usted cree que ahorcándonos puede eliminar el movimiento obrero, el movimiento del cual millones de pisoteados, millones que trabajan duramente y pasan necesidades y miserias esperan la salvación, si esa es su opinión… ¡entones ahórquenos! Así aplastará una chispa, pero allá y acullá, detrás de usted y frente a usted y a sus costados, en todas partes, se encienden llamas. Es un fuego subterráneo. Y usted no podrá apagarlo.”
Son muchísimas las chispas e incluso llamas prendidas por todas partes, y no se puede permitir que los dirigentes apagafuegos las sigan sofocando con los fríos llamados a jornadas de 24 horas únicamente. Hay suficientes razones para que esas chispas se conviertan en una gran llamarada, hay que trabajar por eso, preparar las condiciones con y desde las bases; organizar los encuentros regionales y un Encuentro Nacional de donde salga la verdadera dirección del Paro General Indefinido, elegido de manera democrática y se construya la Plataforma de Lucha con las reivindicaciones más sentidas de obreros, campesinos y todo el pueblo trabajador para enfrentar a los explotadores y su Estado, y atarles las manos impidiendo que continúen avanzando en la destrucción de la humanidad. “La posibilidad de triunfo del proletariado es inevitable, y aunque parezca que el imperialismo y las clases dominantes son todopoderosas e invencibles, no pasa de ser una apariencia, pues la revolución está ya caminando y es inevitable su victoria.”
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Marzo 30 de 2021