La noticia fue revelado por el diario británico Financial Times en un artículo publicado el martes, donde anunció que un año después del asesinato de Jamal Khashoggi, periodista crítico con los Al Saud, en el consulado saudí en Estambul (Turquía), Cameron y el financiero multimillonario Lex Greensill se fueron de campamento en el desierto con Bin Salman, meses después de que este último fuera acusado de ordenar el homicidio.
Cameron fue invitado al viaje, realizado a principios de 2020, como el asesor del multimillonario, cuya firma Greensill Capital colapsó a principios de este marzo, pese a la condena global contra Bin Salman por el asesinato de Khashoggi, añade el informe.
Se dice que Cameron esperaba un pago de 60 millones de dólares si la compañía hubiera salido de la crisis, e intentó convencer a Bin Salman de firmar contratos financieros con Greensill Capital.
El papel de Cameron en la caída de la empresa ha sido objeto de un escrutinio cada vez mayor después de que Financial Times revelara que él presionó a sus antiguos colegas para obtener un mayor acceso a los proyectos de préstamos de emergencia de Londres destinados a luchar contra la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Los contactos entre Cameron y Bin Salman salen a la luz mientras este mismo marzo, los representantes legales de la prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz, presentaron una demanda contra el príncipe heredero de Arabia Saudí por su vinculación con el asesinato.
Pese a la negativa de Bin Salman a confesar su vinculación en este homicidio, a principios del año en curso, un informe publicado por los servicios de la inteligencia de EE.UU. anunció que el príncipe aprobó el plan para asesinar al periodista de 59 años.
