Según el periódico estatal chino Global Times, especialistas chinos consideraron el martes “bueno” que EE.UU. tenga la intención de hacer contribuciones al control de la epidemia mundial y al acceso a la vacuna contra la COVID-19, aunque plantearon que aún está por verse cómo lo hará la Casa Blanca y si utilizará vacunas para buscar competencia geopolítica.
En concreto, Li Haidong, un profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, dijo que no se puede descartar que la oferta estadounidense para compartir vacunas con otros países traiga debajo una carta para mejorar su influencia.
Li hizo notar que si EE.UU. realmente comenzase a suministrar vacunas a otros países, posiblemente tomaría a sus aliados como primera prioridad, lo que conduciría a la injusticia.
“Cuando China proporciona vacunas COVID-19 a la comunidad internacional, los medios y los políticos occidentales lo llaman ‘diplomacia de las vacunas’, pero cuando es el turno de Estados Unidos, lo etiquetan como un esfuerzo humanitario, que está en línea con [la política ] de Estados Unidos”, criticó Li para luego disparar que eso es el “habitual estilo diplomático de doble rasero”.
Según el diario fuente, los expertos subrayaron que China siempre da la bienvenida a la cooperación en el suministro global de la vacuna contra la COVID-19 y el control de la epidemia. Pero, dejaron claro que no afectará a los propios pasos de China de proporcionar vacunas a la comunidad internacional, si Estados Unidos elige no participar en dicha cruzada.
Los comentarios de los expertos se dieron al día siguiente que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tras admitir la “creciente desesperación” en algunas partes del mundo para frenar las nuevas olas de la pandemia, aseguró que Estados Unidos se está “moviendo lo más rápido posible” para poder ayudar con vacunas.
“Al ayudar a poner fin a una de las pandemias más mortíferas de la historia de la humanidad podemos mostrar al mundo una vez más lo que el liderazgo y el ingenio estadounidenses pueden hacer”, continuó Blinken para remarcar: “No cambiaremos las vacunas por favores políticos. Se trata de salvar vidas”.
En este sentido, el secretario de Estado nombró a Gayle Smith, que dirigió la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid) durante el mandato del expresidente Barack Obama, como la nueva coordinadora de la respuesta global a la COVID-19 y la seguridad sanitaria.
Según los informes, pese a que el coronavirus ha golpeado duramente a todos los países, solo 18 Estados ricos acaparan el 88 % de las vacunas anti-COVID-19, que han sido distribuidas a la fecha en el mundo.
Con todo, Estados Unidos ofrece vacunas a otros países mientras mantiene bajo un fuerte régimen de sanciones a algunos, como el caso de Irán, Venezuela, y Cuba, lo que ha afectado su lucha frontal contra el virus. Además, pone a la Usaid como gestora de su plan de apoyo, mientras que esta organización está denunciada en varios países por su papel injerencista.
